Según Analdex, si se aprovechan los nuevos mercados y se fortalecen las agroexportaciones y manufacturas, las ventas externas podrían superar esa cifra.
Los vientos de recesión en la economía mundial y el endurecimiento de las políticas fiscales y monetarias marcaron el débil desempeño de las exportaciones colombianas en 2023. Y aunque el 2024 no ofrece perspectivas más amables en la dinámica global, la meta es que Colombia no baje de los US$50.000 millones en ventas externas. También hay múltiples factores geopolíticos que van a influir en esto.
Las cifras más recientes de comercio exterior del Dane muestran que a noviembre del año pasado, las exportaciones colombianas totalizaron US$45.097 millones, presentando una caída anual casi del 14% frente a lo reportado en el mismo lapso de 2022.
Por su parte, las ventas externas de productos de las industrias extractivas en ese mismo periodo fueron de US$23.531 millones, con una caída anual de 19,1%. Las manufacturas también cayeron 3,9%; y las del agro, alimentos y bebidas, bajaron 13,7%.
“El 2023 no fue un buen año para el comercio exterior. Tanto a nivel nacional como internacional vivimos un incremento de la inflación y, por lo tanto, las autoridades monetarias tuvieron que subir las tasas de interés. Eso llevó a que los consumidores bajaran la demanda y redujeran el gasto, lo que significó menos ventas”, explicó Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex).
Y añadió que, particularmente, este fue un fenómeno que se sintió inmediatamente en Colombia, por ser un país pequeño que depende en gran medida de la dinámica del mercado internacional.
Las oportunidades
Pese a los anteriores resultados, el año pasado también hubo algunos hitos en la actividad exportadora colombiana, como las 16 nuevas admisibilidades que se abrieron; la llegada de nuevos productos al mercado de China, y el repunte de los negocios con Venezuela.
Entre los nuevos bienes del sector agrícola y pecuario que entraron a competir en rumbos internacionales se encuentran los huevos frescos, carne de res y cerdo, arándanos, lácteos, y comida para mascotas. También se abrió paso la flor cortada de clavel, peces ornamentales, larvas de camarón, semen y embriones de bovino.
Los destinos que dieron luz verde fueron Argentina, Senegal, Argelia, Cuba, Israel, China, Costa Rica, México, Canadá, Corea del Sur, Venezuela y Chile.
Asimismo, desde la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) afirmaron que México, Canadá y El Salvador también han expresado su interés en la carne bovina colombiana, por cualidades como el precio competitivo y la calidad del producto.
De acuerdo con Augusto Beltrán, secretario técnico del Fondo de Estabilización de Precios de la Carne (FEP), las autoridades de Canadá estarían planeando una visita del 1° al 15 febrero de 2024, pues estarían interesados en conocer los procesos de producción de ganado y beneficio para habilitar las plantas que podrían exportar al país norteamericano.
“Estados Unidos está sin carne, entonces está importando mucha más proteína de sus vecinos, México y Canadá. En consecuencia, ambos países están teniendo dificultades para satisfacer su demanda interna, por lo que están evaluando cómo acelerar los procesos de admisibilidad para importar carne colombiana”, aseguró Beltrán.
En cuanto a El Salvador, este podría convertirse en un mercado significativo, pues, según Beltrán, Nicaragua actualmente le suministra carne a un precio elevado, y ahí Colombia podría ofrecer productos de mejor calidad a un precio más competitivo.
Por otro lado, el año pasado también hubo un repunte en los negocios entre Colombia y Venezuela. Entre enero y octubre de 2023 las exportaciones alcanzaron US$532 millones, 3,7% más que en el mismo periodo de 2022.
Además, el pasado 27 de noviembre se registró la primera exportación de carros hacia el vecino país.
Sobre estos nuevos y potenciales mercados, desde Analdex enfatizaron en la necesidad de avanzar en flexibilización de la reglamentación para exportar, los costos que esto conlleva y el valor agregado de la canasta exportadora.
También insistieron en que, para lograr un aumento considerable en el nivel de las exportaciones del país, se requiere de una política de Estado en materia de comercio exterior que cuente con una hoja de ruta enfocada en generar un entorno favorable desde el punto de vista regulatorio, con menores trabas burocráticas que permitan reducir el costo país y fortalecer la competitividad y productividad empresarial.
Lo que se viene
Variables que van desde lo político y ambiental, hasta lo militar y económico, pueden jugar a favor o en contra del panorama de la canasta exportadora de Colombia, que está conformada por cerca de 11.000 empresas.
Y es que, de acuerdo con The Economist, 2024 será un año atípico, en el que habrá votaciones generales, regionales o legislativas en más de 70 países, que suman más de la mitad de la población mundial, y donde sobresalen grandes potencias como Estados Unidos, Rusia, y Brasil, o actores clave para Colombia como México o Chile.
“Sabemos que las votaciones generan zozobra en los mercados bursátiles y económicos, y queda la duda de si los que queden a cargo van a tener una política de comercio exterior que le apueste al multilateralismo y al libre mercado, o más hacia una corriente proteccionista”, señaló Díaz.
El dirigente gremial agregó que a esto se suman las variables ambientales, como el cambio climático, que está causando interrupciones de las cadenas de suministro globales. “Tendremos que estar muy atentos, por ejemplo, a lo que suceda con el canal de Panamá”, dijo.
Desde lo militar, los conflictos entre Ucrania y Rusia, Israel y Hamás, y las tensiones entre China y Taiwán, son elementos que también dificultarían los intercambios de bienes y servicios a nivel global.
“En lo económico, en 2024 aún van a persistir altas tasas de interés en los principales mercados a nivel mundial, lo cual puede hacer que los consumidores sigan siendo más cautos a la hora de comprar productos importados. Es muy importante que estemos preparados para que estas circunstancias puedan jugar a favor de los exportadores colombianos, los cuales tienen una oferta que le apuesta más a la calidad que a la cantidad”, puntualizó el líder de Analdex.
Así las cosas, la meta planteada por el gremio para este 2024 es reactivar las agroexportaciones para que, junto con un repunte más fuerte de las manufacturas, las ventas externas del país superen esos US$50.000 millones.
Fechas comerciales clave
De acuerdo con Analdex, una de las primeras citas comerciales para los exportadores colombianos es el Súper Bowl, en enero, donde el aguacate Hass del país se destaca.
Muy cerca a ese evento está San Valentín, y luego, el 14 de marzo, en Japón se celebra el ‘White Day’, donde se regalan principalmente chocolates y allí las exportaciones de cacao y sus derivados podrían sacar provecho.
También está Semana Santa (con tilapia), el día internacional de la Mujer (manufacturas y agro), vacaciones (vestidos de baños), y Acción de Gracias (hierbas aromáticas).
Los vientos de recesión en la economía mundial y el endurecimiento de las políticas fiscales y monetarias marcaron el débil desempeño de las exportaciones colombianas en 2023. Y aunque el 2024 no ofrece perspectivas más amables en la dinámica global, la meta es que Colombia no baje de los US$50.000 millones en ventas externas. También hay múltiples factores geopolíticos que van a influir en esto.
Las cifras más recientes de comercio exterior del Dane muestran que a noviembre del año pasado, las exportaciones colombianas totalizaron US$45.097 millones, presentando una caída anual casi del 14% frente a lo reportado en el mismo lapso de 2022.
Por su parte, las ventas externas de productos de las industrias extractivas en ese mismo periodo fueron de US$23.531 millones, con una caída anual de 19,1%. Las manufacturas también cayeron 3,9%; y las del agro, alimentos y bebidas, bajaron 13,7%.
“El 2023 no fue un buen año para el comercio exterior. Tanto a nivel nacional como internacional vivimos un incremento de la inflación y, por lo tanto, las autoridades monetarias tuvieron que subir las tasas de interés. Eso llevó a que los consumidores bajaran la demanda y redujeran el gasto, lo que significó menos ventas”, explicó Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex).
Y añadió que, particularmente, este fue un fenómeno que se sintió inmediatamente en Colombia, por ser un país pequeño que depende en gran medida de la dinámica del mercado internacional.
Las oportunidades
Pese a los anteriores resultados, el año pasado también hubo algunos hitos en la actividad exportadora colombiana, como las 16 nuevas admisibilidades que se abrieron; la llegada de nuevos productos al mercado de China, y el repunte de los negocios con Venezuela.
Entre los nuevos bienes del sector agrícola y pecuario que entraron a competir en rumbos internacionales se encuentran los huevos frescos, carne de res y cerdo, arándanos, lácteos, y comida para mascotas. También se abrió paso la flor cortada de clavel, peces ornamentales, larvas de camarón, semen y embriones de bovino.
Los destinos que dieron luz verde fueron Argentina, Senegal, Argelia, Cuba, Israel, China, Costa Rica, México, Canadá, Corea del Sur, Venezuela y Chile.
Asimismo, desde la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) afirmaron que México, Canadá y El Salvador también han expresado su interés en la carne bovina colombiana, por cualidades como el precio competitivo y la calidad del producto.
De acuerdo con Augusto Beltrán, secretario técnico del Fondo de Estabilización de Precios de la Carne (FEP), las autoridades de Canadá estarían planeando una visita del 1° al 15 febrero de 2024, pues estarían interesados en conocer los procesos de producción de ganado y beneficio para habilitar las plantas que podrían exportar al país norteamericano.
“Estados Unidos está sin carne, entonces está importando mucha más proteína de sus vecinos, México y Canadá. En consecuencia, ambos países están teniendo dificultades para satisfacer su demanda interna, por lo que están evaluando cómo acelerar los procesos de admisibilidad para importar carne colombiana”, aseguró Beltrán.
En cuanto a El Salvador, este podría convertirse en un mercado significativo, pues, según Beltrán, Nicaragua actualmente le suministra carne a un precio elevado, y ahí Colombia podría ofrecer productos de mejor calidad a un precio más competitivo.
Por otro lado, el año pasado también hubo un repunte en los negocios entre Colombia y Venezuela. Entre enero y octubre de 2023 las exportaciones alcanzaron US$532 millones, 3,7% más que en el mismo periodo de 2022.
Además, el pasado 27 de noviembre se registró la primera exportación de carros hacia el vecino país.
Sobre estos nuevos y potenciales mercados, desde Analdex enfatizaron en la necesidad de avanzar en flexibilización de la reglamentación para exportar, los costos que esto conlleva y el valor agregado de la canasta exportadora.
También insistieron en que, para lograr un aumento considerable en el nivel de las exportaciones del país, se requiere de una política de Estado en materia de comercio exterior que cuente con una hoja de ruta enfocada en generar un entorno favorable desde el punto de vista regulatorio, con menores trabas burocráticas que permitan reducir el costo país y fortalecer la competitividad y productividad empresarial.
Lo que se viene
Variables que van desde lo político y ambiental, hasta lo militar y económico, pueden jugar a favor o en contra del panorama de la canasta exportadora de Colombia, que está conformada por cerca de 11.000 empresas.
Y es que, de acuerdo con The Economist, 2024 será un año atípico, en el que habrá votaciones generales, regionales o legislativas en más de 70 países, que suman más de la mitad de la población mundial, y donde sobresalen grandes potencias como Estados Unidos, Rusia, y Brasil, o actores clave para Colombia como México o Chile.
“Sabemos que las votaciones generan zozobra en los mercados bursátiles y económicos, y queda la duda de si los que queden a cargo van a tener una política de comercio exterior que le apueste al multilateralismo y al libre mercado, o más hacia una corriente proteccionista”, señaló Díaz.
El dirigente gremial agregó que a esto se suman las variables ambientales, como el cambio climático, que está causando interrupciones de las cadenas de suministro globales. “Tendremos que estar muy atentos, por ejemplo, a lo que suceda con el canal de Panamá”, dijo.
Desde lo militar, los conflictos entre Ucrania y Rusia, Israel y Hamás, y las tensiones entre China y Taiwán, son elementos que también dificultarían los intercambios de bienes y servicios a nivel global.
“En lo económico, en 2024 aún van a persistir altas tasas de interés en los principales mercados a nivel mundial, lo cual puede hacer que los consumidores sigan siendo más cautos a la hora de comprar productos importados. Es muy importante que estemos preparados para que estas circunstancias puedan jugar a favor de los exportadores colombianos, los cuales tienen una oferta que le apuesta más a la calidad que a la cantidad”, puntualizó el líder de Analdex.
Así las cosas, la meta planteada por el gremio para este 2024 es reactivar las agroexportaciones para que, junto con un repunte más fuerte de las manufacturas, las ventas externas del país superen esos US$50.000 millones.
La Sala Plena de la Corte Constitucional abrió la posibilidad de estudiar el fallo del impacto fiscal en el que el Ministerio de Hacienda se refiere a la deducibilidad de regalías.
La entidad había tumbado este artículo de la reforma tributaria de 2022, en donde se estipuló que las empresas de hidrocarburos no podrían hacer deducibilidad de regalías en el impuesto de renta.
Se trata de la Sentencia C-489 de 2023, mediante la cual se declaró la inexequibilidad del parágrafo 1 del artículo 19 de la Ley 2277 de 2022. Tal como explicó la Corte, la norma prohibía la deducción de las regalías de la base gravable del impuesto de renta de las empresas dedicadas a la exploración y explotación de recursos naturales no renovables.
La entidad le otorgó al Ministerio de Hacienda 30 días hábiles desde la notificación para que se sustente el incidente de impacto fiscal. Si pasa dicho término sin que el incidente se sustenta, se declarará desierto.
Además, se reportó que los requisitos formales para acceder a la apertura del incidente fueron cumplidos, lo que permitió conceder el periodo de sustentación.
¿Qué venía pasando?
En noviembre, la Corte había declarado inexequible la prohibición de la deducción de las regalías de la base gravable del impuesto de renta para las empresas que están en las industrias extractivas. Entonces, el presidente Gustavo Petro señaló que el Ministerio de Hacienda tendría que recortar el presupuesto de las tres ramas del poder público.
La decisión se tomó con seis votos a favor y dos en contra. “En la Sentencia C-489 de 2023 (M.P. Jorge Enrique Ibáñez Najar y Cristina Pardo Schlesinger), el magistrado Juan Carlos Cortés González salvó su voto y la magistrada Natalia Ángel Cabo se apartó parcialmente de la decisión. Reservaron aclaración de voto la magistrada Diana Fajardo Rivera, y los magistrados Antonio José Lizarazo Ocampo, José Fernando Reyes Cuartas y Alejandro Linares Cantillo”, informó la Corte.
Los gremios de hidrocarburos habían celebrado la decisión de la Corte. Sin embargo, ahora quedará en vilo la decisión final.
El Ministerio de Hacienda calculaba que con esta medida se recaudarían $3,38 billones en 2023; $2,79 billones en 2024; $2,2 billones en 2025 y $1,97 billones en 2026. Con la decisión de la Corte se dejarían de recaudar estos montos, lo que implica menos dinero para el Presupuesto General de la Nación.