Las compras se concentraron en el Black Friday en busca de descuentos agresivos. Los fabricantes de juguetes alertan de un fuerte ajuste de márgenes.
La logística llevaba advirtiendo desde antes del verano que una inflación de dos dígitos podía impactar en las decisiones de gasto de los consumidores en un escenario que apunta a un enfriamiento económico y en el que los elementos de incertidumbre se han incrementado en los últimos meses, como la invasión rusa de Ucrania, las turbulencias en los mercados financieros o la fuerte subida de precios de las materias primas.
Y ese vaticinio se está cumpliendo en el arranque de la campaña de invierno, que concentra el Black Friday, Navidad y Reyes. “Hemos acertado. Me hubiera gustado equivocarme, pero por ahora hemos clavado nuestras previsiones. La caída de envíos se sitúa en torno al 5% respecto a la campaña de 2021”, remarca Francisco Aranda, presidente de la patronal logística UNO. A mediados de noviembre pronosticó, en función de los pedidos acumulados por las empresas, un retroceso que oscilaría entre el 5% y el 5,5%. “La inflación, la subida de tipos, el incremento del coste de la vida y la incertidumbre han retraído el consumo y ha provocado la búsqueda acelerada de ahorro”, puntualiza. En concreto, Aranda destaca que, frente a otros años, los envíos y las compras se han concentrado fundamentalmente en la semana del Black Friday y que en las siguientes semanas se ha notado “un aterrizaje suave” de la actividad.
Las empresas solo han contratado al 25% del personal de refuerzo reclutado en 2021
Otros dos elementos diferenciadores frente a anteriores campañas de productos, según el presidente de UNO, es que se ha producido un repunte “sin precedentes” de las ventas de segunda mano, fundamentalmente a través de plataformas online, y que la gran mayoría de consumidores están buscando medidas flexibles de pago. “Ambas reflejan la perdida de poder adquisitivo y el miedo por la falta de certidumbre”. Esa menor propensión al consumo ha tenido un impacto directo en la creación de empleo, que es especialmente intensiva en la logística para garantizar un correcto funcionamiento de las entregas. “Por ahora se ha creado un 25% de los puestos de trabajo si se compara con el mismo período de 2021. Pese a ello seguimos siendo de las pocas actividades que supera el millón de afiliados”, asegura Aranda.
Otra de las actividades que está notando el impacto de del coctel explosivo de enfriamiento económico e hiperinflación es el de la fabricación de juguetes, que solo en la primera semana de enero concentra una décima parte de sus ventas anuales. Marta Salmón, presidenta de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), recalca que han tenido que recortar márgenes para no repercutir el incremento de costes en los precios y perder competitividad. “Al igual que el resto de actividades, el incremento del precio de la energía, la subida de costes de los materiales y en el caso de las importaciones la debilidad del dólar a lo largo del año, han impactado directamente sobre nuestros costes de producción. Somos conscientes de la sensibilidad de nuestro producto al precio y teniendo en cuenta que el 70% de la campaña se realiza en diciembre-enero, los fabricantes hemos apostado por reducir nuestros márgenes para mantener unos precios más asequibles para las familias”, asegura.
Han repuntado las ventas de segunda mano y las que ofrecen pagos aplazados
Las buenas noticias, sin embargo, proceden de la ausencia de problemas para abastecerse de materiales, tal y como sucedió el pasado ejercicio con la crisis de los contenedores en China. La acumulación de pedidos tras más de un año sin actividad portuaria por el coronavirus y la dificultad para encontrar contenedores obligó a las empresas a adelantar las compras para garantizarse el suministro y a pagar mucho más caros los envíos (el coste de contratar un contenedor se quintuplicó). “En la primera mitad del 2022 sí que hemos seguido teniendo incrementos de materias y costes disparados de transporte pero a partir de la segunda parte del año, fundamentalmente desde septiembre, los costes de transportes han comenzado a bajar y empiezan a estar cerca de los que había prepandemia”, asegura Salmón. Un escenario que ha evitado las roturas de stock del pasado ejercicio. “Este año nos hemos abastecido antes para evitar problemas de retrasos, así que la mercancía ha llegado sin problema y estamos preparados. Sin embargo, es inevitable que si las compras se dejan para última hora, nos encontremos con cosas agotadas ya que no hay margen de maniobra para poder abastecerse”.
La organización sin ánimo de lucro Gate Center publica periodicamente un indicador de cuellos de botella en el comercio internaciona, en el que relaciona los cuatro principales índices del tráfico marítimo con los de la industria. En noviembre mejoró quince puntos porcentuales con respecto a julio. “Los cuellos de botella se están relajando en la medida en que la oferta se va adaptando a la demanda”, explicó Miguel Sebastián, coordinador académico de Gate Center.
Fuente: https://cincodias.elpais.com/cincodias/2022/12/16/companias/1671202579_583390.html