Líneas navieras han utilizado más buques para ajustarse a navegaciones más largas y cumplir sus calendarios de zarpes semanales.
La presión sobre las operaciones marítimas continuó disminuyendo la semana pasada a medida que el ajetreo previo al Año Nuevo Lunar llegaba a su fin, más contenedores vacíos regresaban a los centros de exportación y los horarios se estabilizaban a medida que las líneas navieras añadían buques para dar cabida a las rutas desviadas con mayores distancias que cubrir.
Una encuesta realizada entre los profesionales de la logística que asistieron a un reciente seminario web de Freightos sobre la crisis del Mar Rojo la semana pasada reveló que el 80% cree que lo peor del impacto en el tráfico de contenedores y las tarifas ya ha pasado, y un tercio espera que los niveles de perturbación y las tarifas marítimas disminuyan en las próximas semanas.
Los fletes marítimos de Asia al norte de Europa y al Mediterráneo bajaron un 7% la semana pasada y se sitúan un 15% por debajo de sus máximos de finales de enero, a medida que mejoran las condiciones y disminuye la demanda. Las tarifas a América del Norte, en tanto, siguieron subiendo la semana pasada, aunque no tan bruscamente como en enero, y las tarifas diarias de lo que va de semana muestran cierta estabilización.
Buques inactivos caen a cero
Antes de que estallara la crisis del Mar Rojo, el exceso de capacidad derivado del crecimiento sostenido de la flota había sido la gran noticia del transporte marítimo y el principal factor de la caída de los precios. Pero los desvíos del Canal de Suez han hecho que las líneas navieras utilicen más buques para ajustarse a tránsitos más largos y cumplir sus calendarios de zarpes semanales, lo que ha absorbido gran parte de ese exceso de capacidad que de otro modo se produciría. La necesidad de más capacidad activa hizo que el número de grandes buques inactivos cayera a cero la semana pasada, y ha provocado incluso un repunte del mercado de fletamentos.
Panorama de tarifas
Las líneas navieras habían previsto que los efectos de la transferencia de capacidad a las rutas del Mar Rojo bastarían para hacer subir también las tarifas en las rutas distintas de Suez. En ese sentido, las tarifas transatlánticas subieron un 25% la semana pasada, hasta los US$1.500/FEU, lo que es significativo, pero sigue estando por debajo de los niveles rentables para las líneas navieras y muy por debajo de los US$5.000/FEU de GRI anunciados el mes pasado por algunos transportistas.
Pero incluso con los desvíos del Mar Rojo absorbiendo capacidad y la demanda de América del Norte que se espera que crezca en relación con el año pasado y para 2019, el exceso de capacidad se cierne. Maersk estima que una reapertura del Mar Rojo a corto plazo daría lugar a una fuerte disminución de las tarifas, ya que la oferta superaría a la demanda, mientras que, si los desvíos continúan, las tarifas, sin embargo, caerán gradualmente a lo largo del año a medida que la nueva capacidad continúe entrando en el mercado.
Cabe mencionar que más líneas navieras están reanudando los tránsitos por el Canal de Panamá, ya que las condiciones allí se han estabilizado y es de esperar que mejoren con el inicio de la temporada de lluvias en mayo, otro factor que debería mitigar el impacto de la crisis del Mar Rojo en el comercio marítimo de América del Norte.