Mayo marcó un hito inesperado para la industria marítima mundial: seis navieras que cotizan en bolsa alcanzaron una capitalización de mercado (market cap) superior a los US$10.000 millones, recuperando así el estatus de “gran capitalización” que muchas habían perdido tras la caída de 2023. Este resurgimiento bursátil no es casual. La persistente crisis del Mar Rojo, sumada a las tensiones geopolíticas y la amenaza de nuevos aranceles, han renovado el interés de los inversionistas en el sector logístico, que nuevamente muestra signos de solidez y rentabilidad.
La más reciente en unirse a este exclusivo grupo fue Wan Hai Lines, que en mayo alcanzó una valoración de mercado de US$10.050 millones, nivel que no tocaba desde el auge generado por la disrupción logística en 2021-2022. Evergreen Marine y HMM ya se habían sumado a esta categoría a comienzos y finales de este año, respectivamente.
Además, ZIM Integrated Shipping Services, de Israel, logró salir del rango de “pequeña capitalización” para escalar al de “mediana”, luego de superar los US$2.000 millones de valoración. En todos los casos, la tendencia positiva ha sido impulsada por mayores ingresos, optimismo de los mercados y movimientos estratégicos que fortalecen sus posiciones globales.
En la cima del podio se mantienen tres gigantes del sector: COSCO Shipping, A.P. Moller-Maersk y Hapag-Lloyd AG, cuyos valores bursátiles se asemejan a los de marcas icónicas de consumo como Delta Airlines, Kraft Heinz o Kellogg’s. Juntas, las once principales navieras del mundo suman una capitalización total que supera los US$165.000 millones, una cifra que contrasta drásticamente con los US$60.000 millones que representaban antes de la pandemia del COVID-19.
Cabe recordar que, en ese entonces, Maersk representaba casi la mitad del total. El punto más alto del sector fue en marzo de 2022, cuando se alcanzaron los US$256.000 millones en valor agregado.
Este renacer bursátil del transporte marítimo revela cómo los factores externos —como las disrupciones geopolíticas y los cambios en la política comercial global— pueden tener un efecto directo en la valoración de los actores logísticos. También demuestra que el sector continúa siendo un barómetro clave para medir el pulso de la economía global.
Si bien los desafíos persisten, las navieras han demostrado una capacidad impresionante de adaptación y recuperación, lo que hoy las posiciona nuevamente entre las favoritas de los inversores. La pregunta que muchos se hacen ahora es: ¿hasta dónde puede llegar esta nueva ola de valorización?