Los efectos, de ser tomada una decisión, impactarían al sector de la flores, el café y los bananos colombianos. Expertos piden esperar.
Tras conocerse la noticia sobre la imposición de aranceles a los productos agrícolas, por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el sector colombiano se inundó de incertidumbre, teniendo en cuenta que el gigante americano significa gran parte de las ventas externas del reglón agro del país.
De acuerdo con las más recientes cifras sobre las exportaciones, el Dane aseguró que Estados Unidos se consolida como el principal socio comercial colombiano, pero además las flores y el café serían los productos más sensibles ante una subida de los aranceles por parte de los estadounidenses.
Si bien el anuncio no se ha concretado, de ser como lo plantea el presidente y donde afecte directamente al sector agrícola, las consecuencias serían significativas a nivel global y nacional, según lo explicado a este medio por María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia).
Sin embargo, la decisión no tendría un impacto marginal, teniendo en cuenta la incertidumbre que esto genera. Aunque Colombia no ha sido mencionada entre los países sujetos a nuevos aranceles, es crucial evaluar las posibles consecuencias si EE.UU. llegara a imponer restricciones a las importaciones agrícolas colombianas.
“Un aumento arancelario podría generar un impacto significativo en la economía, afectando las exportaciones, el empleo en el sector agrícola y la competitividad de los productos colombianos en su principal mercado”, explicó Lacouture.
Entre los sectores más vulnerables se encuentran las exportaciones de café, flores, banano, aguacate Hass, limón Tahití y tilapia. La imposición de aranceles incrementaría los costos de estos productos, reduciendo su demanda y afectando a miles de productores colombianos. “Los costos adicionales derivados de los aranceles podrían ser asumidos por los exportadores, disminuyendo su competitividad y afectando negativamente la balanza de pagos del país”, advirtió.
Además, un encarecimiento de los productos colombianos podría llevar a los compradores estadounidenses a buscar alternativas en otros países con precios más bajos. Esto afectaría especialmente a sectores con márgenes de ganancia reducidos, como las flores y el banano, que enfrentan una competencia en el mercado internacional.
“Países competidores podrían aprovechar la situación para ofrecer precios más competitivos, desplazando a Colombia del mercado estadounidense“, explicó la presidenta de AmCham Colombia.
El impacto económico no se limitaría solo a la balanza comercial, sino que también podría tener consecuencias en el empleo. Una reducción en las exportaciones afectaría la rentabilidad de los productores agrícolas y, en consecuencia, la demanda de mano de obra en el sector rural. “Estamos hablando de un posible golpe socioeconómico significativo para miles de familias que dependen de la agricultura de exportación”, alertó Lacouture.
Aunque aún no hay claridad sobre qué productos específicos podrían ser afectados, se estima que aquellos con mayor riesgo incluyen café sin tostar ni descafeinar, flores frescas (rosas, claveles, pompones, hortensias), bananos, limón Tahití, aguacate Hass, azúcar de caña en estado sólido, extractos y esencias de café, filetes de tilapia y plátanos frescos, entre otros.
Ante este panorama, Maria Claudia Lacouture insiste en que Colombia refuerce su política comercial para evitar fricciones con su principal socio comercial y garantizar la estabilidad de sus exportaciones agrícolas. “Es esencial mantener un diálogo fluido con Estados Unidos para evitar medidas que puedan afectar la economía rural del país”, concluyó Lacouture.
Ahora bien, el Dane registró que en el primer mes del año, las ventas externas hacia Estados Unidos para el caso del café y flores crecieron 103,6% y 21,1%, respectivamente. Y aunque la incertidumbre se mantiene, expertos del sector del comercio exterior recomiendan esperar a que el presidente norteaméricano defina qué países van a entrar dentro del incremento de los aranceles en los productos agrícolas.
Según Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), es importante esperar a que Trump defina con detalle de qué se va a tratar el incremento, los montos y especialmente, cuáles van a ser los países afectados.
“Ojala eso no ocurra, porque si Colombia es incluido en esa aplicación de aranceles, productos como el café que exportamos a los Estados Unidos se van a ver muy afectados. De hecho, el 40% del comercio internacional de café verde va a este país. También, casi el 90% de las flores van a Estados Unidos”, destacó.
Así mismo, el líder gremial detalló que no solo estos productos serían los afectados. En concreto mencionó algunos otros como el aguacate hass, que tiene un futuro “muy promisorio” en el mercado estadounidense. También, aseguró otros como el limón tahití, los arándanos, la uchuva, la gulupa, entre otras.
“De ser esto así, los más afectados serían los pequeños productores de estas frutas. Sin embargo, hay que esperar. A Trump debe juzgarse, no por lo que dice, sino por lo que hace”, opinó.
Otro de los impactos se evidenciaría en el sector bananero. De acuerdo con la Asociación de Bananeros del Magdalena, Cesar y La Guajira (Asbama), una imposición de aranceles a productos como el banano tendría un efecto “devastador”, pues el mercado estadounidense es el principal destino del fruto producido en esa región.
“En particular, el 35% del banano cultivado en los departamentos del Magdalena y La Guajira se exporta al mercado estadounidense, generando ingresos anuales de US$157 millones y garantizando 7.000 empleos formales en la región“, declaró José Francisco Zúñiga, presidente ejecutivo de Asbama.
Dependencia agrícola
Uno de los puntos a tener en cuenta tiene que ver con la dependencia de las importaciones agrícolas en Estados Unidos, que de acuerdo con el Departamento de Agricultura de EE.UU. (Usda), en el año fiscal 2024, este país importó US$206.200 millones en productos agrícolas.
Sin embargo, de acuerdo con la presidenta de AmCham Colombia, la medida va a tener, de ser concretada, unos efectos de gran magnitud en los costos para los consumidores y empresas estadounidenses.
“Los aranceles encarecerían las importaciones, elevando los precios de alimentos esenciales y las industrias que dependen de estos insumos como restaurantes y manufactura de alimentos, enfrentarían mayores costos de producción”, aseguró.
Así mismo, reflejó una posible disrupción en las cadenas de suministro y en el comercio global, pues la reconfiguración de flujos comerciales podría beneficiar a terceros países, desplazando a los proveedores tradicionales de EE.UU., mientras que los productores agrícolas estadounidenses podrían sufrir represalias comerciales, afectando sus exportaciones.