El Ocean Freight Rate Tracker informa sobre perspectivas y proyecciones
La confianza de los consumidores debiera impulsar la demanda, propiciando un alza en las tarifas. Suena bien, ¿verdad? Pues, puede que así sea para el comercio internacional, ya que parece haberse dejado atrás el fondo del barril, junto con las tarifas más bajas desde el final de la era Covid-19. Esto es precisamente lo que presenta el informe de Ti Insights Ocean Freight Rate Tracker, en sus perspectivas y proyecciones para 2024: “Se espera que la confianza del consumidor se recupere gradualmente, a partir del primer trimestre de 2024. Seguirá un retorno gradual de la capacidad al mercado, lo que impulsará las tarifas al alza; Inventario: la demanda repunta, los inventarios de los almacenes disminuirán. La reposición de existencias provoca una mayor demanda y una presión al alza sobre las tarifas; Precios del petróleo previsiblemente estables, con posibles tendencias al alza debido al aumento de la actividad económica y a las limitaciones de la oferta de la OPEP; La recuperación de la economía china tras la reapertura, más lenta de lo previsto, mantiene las tarifas estancadas a corto plazo; Poder de los precios de los proveedores: Menos salidas en blanco y menos buques inactivos para mantener el equilibrio de las tarifas; Capacidad a medio y largo plazo: La entrega de nuevas construcciones de buques en 2024 a niveles récord se espera que ejerza una presión a la baja en las tarifas, además de un aumento previsto en las tasas de desguace“, leen las conclusiones del informe, centrado en tres áreas principales para el seguimiento de las tarifas de flete: demanda global, capacidad global y combustible.
Demanda global
Dejando atrás la preferencia de los consumidores por las mercancías, impulsada por la pandemia, y la demanda subyacente, que siente la influencia de la dinámica de la política monetaria, hemos visto descender los volúmenes y con ellos las tarifas. Esto ha tenido un marcado efecto depresivo, reduciendo los volúmenes entre un 2% y un 3% en las rutas más populares, como la Transpacífica. Sin embargo, la estabilización experimentada en el primer trimestre de este año permite albergar esperanzas de una tendencia que se extenderá desde Intra-Asia a los mercados occidentales. “La caída de los precios al alza ha presionado a la baja la demanda en Europa, mientras que la inestable producción china ha mantenido baja la presión de la demanda y ha permitido que caigan las tarifas. Las perspectivas de Ti de cara al futuro prevén que la demanda de los consumidores europeos y estadounidenses siga siendo menor, mientras que las incertidumbres en la economía china mantienen baja la presión de la demanda e impiden volver a las altas tasas de 2021 y 2022“, dice el informe sobre las perspectivas de la demanda mundial.
Capacidad mundial
El aumento de la capacidad, provocado por una respuesta extrema de los armadores y operadores de encargar nuevos buques, da como resultado ahora un mercado con exceso de oferta para las condiciones actuales y a mediano plazo, posiblemente hasta finales de 2024. Sólo MSC lidera el frente de la capacidad con 5 millones de TEU, mientras que las proyecciones de las principales navieras sugieren que las entregas en 2023 serán de 2,5 millones de TEU, cifra que aumentará a 3,9 millones de TEU en 2024. “El sector parece estar de acuerdo en que lo que podría denominarse “volumen bruto” de capacidad disponible crecerá en torno al 8-9% anual en 2023 y 2024. Queda pendiente una cuestión clave, no tanto en torno al desguace, que tendría que ser bastante elevado para equilibrar el flujo de nueva capacidad, sino a herramientas de gestión de la capacidad como la “navegación lenta” y la supresión de servicios“, sugiere el informe, reconociendo que estas tácticas ya están empezando a aplicarse. “Las tarifas son bajas y se mantendrán así gracias a la nueva capacidad que entrará en funcionamiento como resultado de las compras de pánico en 2021 y 2022. Los datos sugieren que los transportistas están suprimiendo servicios y aumentando la navegación lenta, pero es poco probable que esto elimine los grandes volúmenes de capacidad excedente en el mercado. Los transportistas parecen decididos a aumentar su cuota de mercado a medida que aumentan sus flotas y, con la escasa presión de la demanda, el equilibrio entre oferta y demanda apunta a unas tarifas más bajas en los próximos meses“, concluye el documento sobre capacidad.
Combustible y sentimiento
El informe también aborda la forma en que el precio del combustible entra en la dinámica, destacando cómo los precios del búnker son bajos en este momento después de alcanzar su punto máximo en mayo-junio del año pasado. Otra variable considerada en el Ocean Freight Rate Tracker es el rastreador de sentimiento, una herramienta que sondea a los usuarios y toma su percepción, su “sentimiento” y lo introduce en el análisis. “La encuesta de este trimestre ha arrojado la mayor mezcla de resultados: el 37,3% de los encuestados pronostican bajadas de tarifas y el 41,5%, subidas, lo que parece reflejar un mercado más volátil, con oscilaciones monetarias más regulares y pequeñas en ambas direcciones“, se lee en el rastreador.
Por supuesto, hay muchos otros factores que intervienen en el Ocean Freight Rate Tracker, como los costes de explotación, la demanda industrial y la escasez de mano de obra, que se prevé que aumenten, mientras que la reestructuración del comercio, la financiación del comercio, la capacidad de producción, los tipos de interés, la capacidad / los costos intermodales y el espacio de almacenamiento interior se prevé que disminuyan. La reducción de los ahorros, los niveles de existencias, el poder de los precios de los proveedores, la capacidad/congestión portuaria y la disponibilidad de contenedores se mantendrán sin cambios.
Tendencias emergentes
Los factores que determinan las tarifas de flete han sido difíciles de discernir durante el primer semestre de 2023, con la amenaza de una recesión mundial que se cierne sobre las proyecciones de un repunte más optimista por el lado de la demanda. Las navieras se encuentran en una encrucijada ante su posición competitiva y sus estrategias de cara al futuro, consolidando su funcionamiento en la era postpandemia entre rentabilidad y cuota de mercado. “La respuesta a estas preguntas determinará los fletes en el futuro inmediato“, apunta Ti.