China afina sus contramedidas frente a los nuevos cargos portuarios de EE.UU.

La tensión comercial entre Estados Unidos y China vuelve a escalar. Pekín prepara un conjunto de represalias ante la inminente entrada en vigor de los cargos portuarios estadounidenses dirigidos a buques construidos o tripulados por compañías chinas, programados para el 14 de octubre. El Consejo de Estado chino ha emitido un decreto que habilita la aplicación de contramedidas específicas, calificando la medida de Washington como “discriminatoria” y contraria a las normas de la OMC.

En mayo, la administración de Donald Trump anunció nuevas tarifas bajo la figura de “port fees” (tarifas portuarias) para las navieras que operen buques de origen chino. La medida busca presionar a los cargadores a diversificar proveedores y reducir la dependencia de la flota construida en astilleros de China. La entrada en vigor de estos cargos coincide con el aumento de la temporada alta de importaciones en EE. UU., lo que amplifica el impacto sobre las cadenas logísticas.

Pekín contraataca

El decreto publicado por el Consejo de Estado da carta blanca a los ministerios de Comercio y Transporte para aplicar “contramedidas equivalentes”. Aunque no se han detallado aún, expertos citados por Reuters advierten que podrían incluir restricciones adicionales a las operaciones de navieras estadounidenses en puertos chinos, limitaciones a la compra de servicios logísticos o incluso ajustes en tarifas portuarias para buques con bandera de EE. UU.

Repercusiones en el comercio marítimo

La medida genera inquietud en un mercado ya presionado por sobrecapacidad y caídas en las tarifas spot. Cualquier aumento en costos regulatorios podría acelerar la guerra de tarifas en las rutas transpacíficas, donde hoy los precios ya se encuentran en niveles cercanos al umbral de rentabilidad.

Impacto geopolítico

El endurecimiento de la política comercial estadounidense responde a una estrategia más amplia de “reindustrialización” y reducción de la dependencia asiática en sectores estratégicos, como semiconductores y acero. Sin embargo, en el caso marítimo, el tiro podría resultar contraproducente: China concentra más del 40% de la capacidad mundial de astilleros y alrededor del 50% de los TEUs operados globalmente provienen de navieras o buques vinculados a su industria, según datos de Alphaliner.

¿Qué viene después?

Con las elecciones estadounidenses a la vuelta de la esquina, los analistas ven poco margen de negociación a corto plazo. Para Beijing, la respuesta es también un mensaje político: no permitirá que sus empresas marítimas queden relegadas por sanciones unilaterales. Para los embarcadores y operadores logísticos, esto se traduce en mayor volatilidad en los próximos meses y en la necesidad de planificar escenarios de desvío de rutas o ajustes en contratos de flete.

Fuente: https://mascontainer.com/china-afina-sus-contramedidas-frente-a-los-nuevos-cargos-portuarios-de-ee-uu/