
Los pronósticos no son buenos, ya que incluso han preferido pagar por transporte aéreo antes que enfrentar los aranceles.
Al 11 de mayo se vivía un limbo arancelario que dejó como consecuencia una drástica disminución de la demanda de transporte de contenedores en la ruta desde China a EE. UU. Sin embargo, el hecho de que ahora se hable de un aumento repentino de las tarifas de flete, tras el anuncio de una reducción temporal de los aranceles entre ambas potencias durante 90 días, demuestra la rapidez con la que las situaciones pueden dar un giro completo y por qué es tan difícil para los importadores gestionar las cadenas de suministro ante tal incertidumbre, reporta Xeneta.
En este contexto, el anuncio de una reducción por un plazo de tres meses de los aranceles estadounidenses sobre las importaciones chinas del 145% al 30% marcó el inicio de la carrera de las compañías importadoras por embarcar la mayor cantidad posible de productos durante esta ventana de tiempo.
Según la consultora, así como son conocidas las ventajas de esta “ventana de oportunidad de 90 días”, también lo son las implicaciones financieras de no cumplir con el plazo para las importaciones. Incluso si las tarifas spot aumentan a los niveles observados durante el peak de la disrupción del Mar Rojo el año pasado, aún serían insignificantes en comparación con el impacto financiero de un regreso de los aranceles al 145%.
Los importadores lo saben y, quizás más importante, también las líneas navieras, que ya están aplicando incrementos generales de tarifas (GRIs) elevándolas a totales a US$7.000/ FEU en la ruta Lejano oriente – costa este de EE. UU. para el 1 de junio. Si bien es cierto es posible que estos aumentos no se sostengan, dan una clara indicación del enfoque de las líneas navieras al momento de actuar.
¿Cuál será el peak de las tarifas?
No cabe duda de que los importadores estarán dispuestos a pagar precios más altos si esto garantiza que sus bienes arriben a EE. UU. durante el plazo de 90 días. Esto quedó probado desde el mismo “Día de la Liberación” (2 de abril), cuando algunos prefirieron a pagar el transporte aéreo para evitar los aranceles, ya que resultaba económicamente viable en comparación con esperar a la aplicación de los aranceles.
Entonces, la respuesta sobre hasta qué punto se incrementarán las tarifas, de acuerdo con Xeneta no reside en la razonabilidad de las líneas navieras, ni siquiera en el equilibrio entre la capacidad disponible y la demanda, sino en el nivel que los importadores estén dispuestos a pagar para garantizar el transporte de sus bienes.
Si algunos importadores estuvieron dispuestos a pagar tarifas de flete aéreo para proteger las cadenas de suministro el mes pasado, ¿no estarían dispuestos a pagar una prima enorme por el transporte marítimo esta vez?, cuestiona la consultora.
¿Qué dicen las tarifas?
El comportamiento de los importadores se refleja en el reciente aumento de las tarifas de flete, particularmente en la ruta entre China – la Costa Oeste de EE. UU. Desde el 14 de mayo, las tarifas spot promedio subieron un 8%, pasando de US$2.600 a US$2.805/FEU. No obstante, se espera que este incremento continúe, ya que el anuncio repentino de cambios arancelarios entre EE. UU. y China los llevó a priorizar el embarque inmediato de carga, lo que provocará nuevas negociaciones con tarifas más elevadas en los próximos días.
Más allá del promedio, los datos de Xeneta revelan que las tarifas en el percentil 75 del mercado (nivel medio-alto) subieron un 18%, de US$2.620 a US$3.100/FEU. Este segmento incluye a los importadores que reaccionaron con mayor rapidez ante la reducción de aranceles y aceptaron pagar precios más altos para reactivar sus embarques. Aun así, se destaca que es posible mantener la resiliencia en la cadena de suministro sin comprometer la prudencia financiera, si se entienden bien los factores que influyen en las tarifas.
Impacto limitado a largo plazo
De acuerdo con Xeneta la incertidumbre y el miedo pueden influir fuertemente en las tarifas de flete, incluso sin factores tangibles como la congestión portuaria o la reducción de capacidad. Casos recientes como la pandemia de Covid-19 y el conflicto en el Mar Rojo mostraron cómo estos elementos pueden disparar las tarifas. Sin embargo, el aumento actual de las tarifas spot provocado por la reducción temporal de aranceles tendrá un impacto más limitado en el tiempo. A diferencia de las crisis pasadas, este incremento responde a una ventana de 90 días en la que los importadores están adelantando importaciones y acumulando inventarios por precaución, previendo una posible alza futura en los costos.
No obstante, no se espera un repunte significativo en la demanda de los consumidores en 2025, ya que los aranceles, aunque más bajos, siguen siendo elevados en comparación con niveles anteriores. Una vez que los inventarios estén completos, la demanda se reducirá y las líneas navieras volverán a enfrentar problemas para llenar sus buques. Esto anticipará la temporada alta tradicional del tercer trimestre, pero también provocará una rápida moderación de las tarifas spot, reanudando la tendencia a la baja del primer trimestre. Aunque las líneas navieras podrían responder reduciendo capacidad, es probable que esta medida no logre evitar que las tarifas desciendan a niveles no vistos desde fines de 2023.