
A México y Colombia los amenazó con aranceles. Sobre Panamá dijo que quiere recuperar el Canal en su territorio. Y al presidente de El Salvador, autodenominado el «dictador más cool del mundo», lo señaló como ejemplo regional. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha impulsado en los primeros 15 días de su mandato un cambio radical en las relaciones de su país con América Latina, resuelto incluso a deshacer políticas y alianzas de décadas, o a enviarle un «regalo» al gobierno socialista de Venezuela, señala un artículo de Gerardo Lissardy para BBC Mundo.
Tanto ha sido el interés del gobierno de Trump en la región que su secretario de Estado, Marco Rubio, la eligió como destino de su primer viaje en funciones al exterior, algo inédito en más de un siglo. Gran parte de este enfoque hacia el sur responde a prioridades marcadas por Trump, como deportar de forma masiva a inmigrantes en EE.UU., contrarrestar la creciente influencia de China y reducir el tráfico de fentanilo a su país. Distintos gobiernos latinoamericanos intentan descifrar hasta dónde irá la nueva política de Washington, donde por ahora destacan más las intimidaciones y los retos que las propuestas positivas a la región.
Los expertos coinciden en que aún es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas. Pero señalan que lo visto en estas dos semanas ya supone un giro vertiginoso del vínculo entre la potencia del norte y su vecindario continental.
«Es un cambio drástico», dice Christopher Sabatini, investigador principal para América Latina de Chatham House, un influyente centro de análisis británico. «No se parece a ningún otro cambio en la política exterior de EE.UU. hacia el hemisferio», agrega en diálogo con BBC Mundo.
Entonces, ¿en qué consiste este viraje?
Trump dejó claro desde el inicio de su segundo mandato que Latinoamérica está en su radar.
En su discurso de toma de posesión el 20 de enero, anunció una declaración de «emergencia nacional» en la frontera sur de EE.UU. y el envío de militares a la zona para cortar el pasaje de migrantes sin papeles desde México. Trump también indicó que busca nombrar como «organizaciones terroristas extranjeras» a ciertos carteles de drogas, los cuales suelen operar en Latinoamérica.
Y, tras afirmar sin presentar evidencia que China opera el Canal de Panamá construido por EE.UU. y traspasado al país centroamericano en 1999, indicó que quiere «recuperarlo». En estas dos semanas, el mandatario también anunció aranceles de 25% a las exportaciones de Colombia y México, pero los suspendió al lograr acuerdos con esos países para enviar inmigrantes deportados por EE.UU. y reforzar la seguridad fronteriza respectivamente.
Esta serie de anuncios contrasta con el desinterés que Trump mostró hacia América Latina en los primeros meses de su anterior gobierno (2017-2021). A medida que avanzó aquel mandato, su atención regional se enfocó en buscar un cambio de gobierno en Venezuela que nunca logró, con sanciones económicas, un aislamiento diplomático del presidente Nicolás Maduro y declaraciones sobre una «posible opción militar» en ese país.
Pero ahora Trump lanza advertencias similares a aliados de EE.UU. El mes pasado, ante una pregunta específica, se negó a descartar el uso de la fuerza militar o la coerción económica para lograr el control del canal de Panamá, señalando que la ruta marítima es «vital» para EE.UU.
Su intención de designar como «terroristas» a carteles de drogas también abre una posibilidad de que ordene acciones militares contra esos grupos en la región, señalan analistas.
Fuente: https://mascontainer.com/en-dias-trump-cambio-de-golpe-la-relacion-con-america-latina/