El sindicato dice que esto podría provocar la eliminación de operadores de grúas y trabajos similares a largo plazo.
El líder de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) de la Costa Este y el Golfo de EE.UU., Dennis A. Daggett, hizo pública una declaración característicamente directa en la que afirma la hostilidad de su sindicato a la automatización. En concreto, escribió en un artículo publicado por su sindicato que la ILA se encontraba en una “encrucijada en las negociaciones de nuestro contrato marco con líneas navieras y la United States Maritime Alliance (USMX)”, siendo “la presión de la USMX para ampliar el uso de grúas pórtico sobre raíles semiautomatizadas el centro de este punto muerto”, reporta Ti.
El artículo explica por qué la ILA se opone a la automatización, citando experiencias anteriores con acuerdos con operadores de terminales que habían provocado pérdidas de empleo que no habían previsto. Daggett teme que la introducción de grúas pórtico sobre raíles semiautomatizadas tenga un efecto a largo plazo respecto a eliminar operadores de grúas y otros puestos de trabajo similares.
En resumen, Dennis Daggett se dirige al público diciendo que “aquellos que piensan que el ILA es el que amenaza con paralizar la nación, permítanme preguntarles lo siguiente: ¿es el líder sindical de 78 años que lucha por proteger a sus miembros el que supone el verdadero riesgo? ¿O son las corporaciones y las empresas de propiedad extranjera, que ganan miles de millones mientras eliminan sistemáticamente puestos de trabajo estadounidenses, las que cargarán con la responsabilidad de paralizar este país?”.
En respuesta, los empresarios, representados por USMX, declararon que “la modernización y la inversión en nuevas tecnologías son prioridades básicas necesarias para negociar con éxito un nuevo contrato marco con la ILA; son esenciales para construir un futuro sostenible y más ecológico para la industria marítima estadounidense”.
El acuerdo sobre las cláusulas tecnológicas del “contrato marco” entre la patronal y la ILA debe alcanzarse antes del 15 de enero. De lo contrario, existe la posibilidad de que los trabajadores de la ILA inicien algún tipo de huelga. El problema con las cláusulas tecnológicas es que hay menos margen de flexibilidad que en las negociaciones que con las cuestiones salariales. También hay un trasfondo político diferente, ya que la administración Trump probablemente tenga una visión diferente de este tipo de disputas que la de Joe Biden, que era cercano a los sindicatos.