La Unión Europea es uno de los principales socios comerciales de Colombia, y de este bloque de países se destaca Italia, que ocupa las primeras casillas junto a socios como España y Países Bajos.
Al margen de este éxito, el reto de la relación comercial bilateral pasa por la diversificación, concentrada mayormente en los productos primarios.
“No varía mucho la dependencia de los productos que son básicamente industria primaria, relacionados con los recursos mineroenergéticos, donde sigue siendo la mayor concentración, donde no hay una diversificación. Los siguientes rubros están repartidos en lo que tiene que ver con la exportación de banano y aguacate, café y también oro y esmeraldas”, aseguró Andrés Castro, decano de Negocios Internacionales de la Universidad Piloto.
Hasta agosto de 2024, según las cifras del Dane, hay un desbalance comercial de US$165,6 millones con Italia, producto de exportaciones por US$549,8 millones y compras por US$715,4 millones.
Según información compartida por el Ministerio de Comercio, en los primeros ocho meses del año se destacó la venta de productos hacia Italia como oro, banano, café, carbón, aceite de palma, ferroaleaciones y flores, entre otros.
Mientras que en las compras se destacaron lavavajillas, bombas para líquidos, medicamentos, otros productos farmacéuticos, aparatos e instrumentos para medicina, contadores de gases, tubos y perfiles huecos y tornillos.
Castro aseguró que hay una ventana de oportunidad para Colombia de mejorar la diversificación de la canasta exportadora a Italia y está concentrada en la agroindustria y en la industria manufacturera. “Tenemos cómo explotar esos mercados”, aseguró el catedrático.
De hecho, en la rueda de prensa de instalación del Eima, la feria agroindustrial más importante del sector, Mariateresa Maschio, presidente de FederUnacoma, la federación de maquinaria agroindustrial de Italia, destacó que los mercados emergentes, como Colombia, son una oportunidad clave.