En el marco de la Cumbre Cafetera, los actores del sector se reunieron para dialogar sobre los retos ante la desaceleración económica local y mundial.
En el marco de la Cumbre Cafetera, celebrada en Cartagena por la Asociación Nacional de Exportadores de Café de Colombia (Asoexport) y la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), se presentaron algunas de las alternativas que tiene el sector cafetero y comercial para enfrentarse a la desaceleración económica por la que está pasando el país y el mundo.
En ese sentido, Gustavo Gómez, presidente de Asoexport, le sugirió al ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, que es indispensable que el sector y Colombia tengan las reglas claras y estables para continuar aportando al desarrollo de las zonas cafeteras del país, y la segunda, es ser invitados a las discusiones que determinan la política cafetera en Colombia.
“Que bueno sería que esa fortaleza de comercialización de café pudiera ser aprovechada por más zonas del país, zonas de post-conflicto, zonas de productores que venden el café, una alternativa para la realización en el mundo productivo”, dijo Gómez.
Otra de las alternativas que mencionó el presidente de Asoexport es la potenciación de la producción y exportación de café robusta.
“Se necesita un mayor apoyo del Ministerio de Hacienda y Agricultura, coordinado con el apoyo de la Oficina de Asuntos Cafeteros, para que Agrosavia pueda continuar con su proceso de parcelas semicomerciales, de manera que el café robusta pueda ser una realidad en Colombia”, detalló.
Por otra parte, se mencionó uno de los retos más grandes que tiene Colombia en materia de ventas internacionales, que se refiere a las regulaciones internacionales, como las europeas con el Pacto Verde.
“Ya no podemos estar en la actitud de negar que esto va a pasar, sino tenemos que revisar cómo conjuntamente nos preparamos para estar adaptados. En esta primera estrategia de La Granja a la Mesa, hemos venido trabajando en un programa de cooperación suiza en articulación con el Gobierno, el ICA y la Federación de Cafeteros, para la creación de un plan nacional de monitoreo agroquímicos que permita realizar una detección temprana y preventiva de la presencia de residuos químicos en el café”, anotó.
Por su parte, el presidente de Analdex, Javier Díaz indicó que el comercio se ha venido resintiendo a costa de la desaceleración económica y el fantasma de la recesión, que hoy ya de desvanece. Sin embargo, entre lo positivo destacó que los costos de exportación y logística se ha venido normalizando.
“Se sigue mirando con cautela lo que puede pasar en materia internacional. El comportamiento de esas tasas de interés, se estima que empiecen a reducirse. Además, las proyecciones indican que en China va a haber una política expansiva. De hecho, la OMC redujo las a la mitad las previsiones de crecimiento de comercio. Pasaron de 1,7% a 0,8%”, aseguró Javier Díaz.
La respuesta de Hacienda
A su turno, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, resaltó que todos tienen una preocupación conjunta que se refiere principalmente al crecimiento económico y la recuperación de la economía y las tasas de interés.
“El mundo está en un proceso de desaceleración económica. Colombia no es la excepción. La pregunta que tenemos es, ¿en qué momento estamos tocando fondo? ¿Y se vuelve a recuperar la señal de crecimiento? El fantasma de la recesión ha desaparecido. No vamos a tener la recesión. Así lo indican diferentes indicadores nacionales e internacionales”, mencionó Bonilla.
Respecto a la actividad agrícola, Bonilla aseguró que el gobierno tiene una apuesta muy grande y que el sector cafetero forma parte de esa apuesta, la cual indica que es llevar de 7 a 10 millones de hectáreas el área agrícola.
“En el área agrícola hoy solo tenemos 7 millones de hectáreas. Ustedes tienen 2,5 millones y solo utilizan 800.000 hectáreas en café. No todos utilizan café. La información que les estamos pidiendo a la Federación es identifiquen qué sucede en los otros 1,5 millones de hectáreas que tienen los cafeteros. ¿Qué es lo que hacen allí? Porque seguramente hay gallinas, huevos, ganado, vacas, leche, hay otras cosas, hay otros cultivos”, afirmó Bonilla.
Por esta razón, destacó que se quiere identificar realmente cómo es el activo de una familia cafetera. “Pasar de 7 en 10 millones de hectáreas significa, en el área agrícola, recuperar para la agricultura que hoy se utiliza en otros procesos. No se trata de comprarle a los agricultores tierra que ya se utilice en la agricultura, eso no tiene ningún sentido. Se trata de reconocer que hay tierra que hoy está en uso ganadero o en uso forestal, en otras cosas, y que la podamos traer a la agricultura. Colombia tiene un potencial de hasta 20 millones de hectáreas en la agricultura”, indicó.