Aún así, las proyecciones de volúmenes para la temporada alta superan los registros de 2021
Las líneas navieras, tras presentar un exitoso primer trimestre, esperan expectantes lo que les depararán los siguientes tres meses, especialmente aquellas que tienen una gran base de sus operaciones en la Ruta Transpacífico. Muchos contratos de servicio de largo plazo en esta ruta- que se renuevan a principios de mayo generalmente- se han pactado a un valor igual o superior a las tarifas spot, destaca Alphaliner.
En mayo el Xeneta Shipping Index (XSI) reportó un aumento interanual del 150,6% para las tarifas de contrato a nivel mundial, que supera claramente el fuerte aumento de los costos por los mayores precios del búnker.
Al observar, las tarifas spot las cosas cambian. Según Freightos Baltic Index las tarifas desde Asia a la Costa Oeste de EE.UU. (USWC) cayeron otro 11% la semana anterior y han bajado casi un 40% desde finales de marzo. Lo mismo ocurre en la misma ruta con las tarifas de carga aérea, las que también cayeron un 38% en mayo a menos de US$9/kg.
Pero, por otro lado, el análisis del mercado de futuros de carga sugiere que las tarifas no disminuirán mucho más en el corto plazo y deberían subir desde el inicio de la temporada alta- para regocijo de las líneas navieras- permaneciendo elevadas hasta el próximo año en paralelo a las tarifas de contrato de largo plazo que también seguirían siendo elevadas.
Una primera señal que podría presagiar el inicio de la temporada alta, de acuerdo con Alphaliner, lo entrega el Índice de Carga en Contenerizada de Shanghái (SCFI) que, a contrariamente a los datos de Freightos, ha mostrado ligeros aumentos en las tarifas spot en las últimas tres semanas para alcanzar los 0,208 puntos a principios de junio, cifra solo un 1,4% superior en comparación a mediados de mayo y todavía un 17,7% inferior en comparación con principios de enero.
Sin embargo, un factor que podría ser clave para clarificar los próximos escenarios es el comportamiento de la demanda. Al respecto, muchos observadores esperaban que el fin del confinamiento en Shanghái podría desencadenar un auge de las exportaciones desde China con un impulso a las tarifas semejante al ocurrido en 2021. Expectativa que, por supuesto, debe ser sopesada con el aumento de la inflación que podría alentar a los consumidores en Occidente a reducir sus gastos.
Comportamiento de la demanda y del consumo
Definitivamente, señalar con precisión lo que ocurrirá con la demanda, al menos en este momento, resulta complicado. De hecho, desde Alphaliner plantean que la mayoría de los expertos en marketing de las principales líneas navieras se han negado hasta ahora a emitir pronósticos específicos para los meses del verano septentrional ya en ciernes.
En abril se procesaron aún suficientes contenedores recién desembarcados y atrasados para aumentar los volúmenes un 5% interanual. Además, se proyecta que los volúmenes de mayo y junio sean incluso más altos que los de abril, un 7,5 % más que en 2021. Sin embargo, Freightos expone que algunas mediciones ya registraron en abril y mayo una caída en los pedidos de importaciones con destino a EE.UU.
El origen de la caída en los pedidos reflejaría casi con certeza la pausa en la fabricación mientras se prolongó el bloqueo por COVID-19 en Shanghái. Sin embargo, los datos también podrían deberse en parte a un cambio largamente anticipado en el gasto del consumidor desde los bienes (que marcaron un boom durante la pandemia) hacia los servicios a medida que la emergencia sanitaria se desvanece y también, de plano, a una disminución en la demanda subyacente.
Ya se ha comentado que grandes actores del retail como Target y Walmart han informado un excesivo inventario de ciertos productos como muebles y productos electrónicos, fenómeno que estaría impulsado por el giro de los consumidores hacia los servicios y como respuesta a los precios cada vez menos atractivos.
Todo esto no hace más que poner en duda el aumento caótico de los volúmenes de contenedores transportados a través de la ruta Tranpacífico, primero por el deterioro de la demanda subyacente y segundo, por la excesiva acumulación de stock por parte de los importadores que adelantaron sus pedidos, lo que redundaría en una menor presión sobre las tarifas durante la temporada alta en comparación con el peak del año pasado.
Pese a todo los anterior, las proyecciones de volumen para el verano septentrional siguen siendo más altas que el año pasado y muy por encima de los niveles previos a la pandemia. La congestión portuaria sigue siendo un problema, y cualquier aumento significativo en el tránsito de buques y en los volúmenes podría significar un aumento en las demoras y por ende de las tarifas transporte marítimo de contenedores.