Equipos con larga permanencia en ambos puertos han disminuido un 26% desde que se anunciaron las nuevas tasas
Los puertos de Los Ángeles y Long Beach (LA-LB) de EE.UU. optaron por retrasar los anunciados nuevo recargos a los contenedores que permanezcan demasiado tiempo en las terminales hasta el 22 de noviembre (la tasa se comenzaría a cobrar el 15 de noviembre). Esto pese a que el número de buques en espera de un sitio de atraque ha crecido hasta un récord de 87.
En el marco de una política de 90 días dirigida por el denominado Grupo de Trabajo Biden-Harris para las Alteraciones de la Cadena de Suministro, los puertos comenzaron a evaluar los tiempos de permanencia de los contenedores de importación llenos el 1 de noviembre. Los contenedores que superen los ocho días en el patio de los puertos a la espera de ser transportados por un camión o cinco días en el caso de estar programados para el transporte de ferrocarril tendrán que pagar una tasa por exceso de tiempo de permanencia de US$100 al día, que aumentará en incrementos de US$100 diarios hasta que el contenedor salga de la terminal.
Según el Puerto de Los Ángeles, el 15 de noviembre había 8.392 contenedores que llevaban entre 9 y 12 días en el puerto, y 20.857 llevaban 13 o más días. Pero las cargas con larga permanencia en los puertos de Los Ángeles y Long Beach han disminuido un 26% desde que se anunciaron las nuevas tasas el 25 de octubre, lo que ha llevado a las autoridades de ambos puertos a ampliar el periodo de gracia de las nuevas tasas una semana más para dar a los expedidores y líneas navieras más tiempo para retirar sus cargas.
“Ha habido una mejora significativa en el despacho de contenedores de importación en nuestros muelles en las últimas semanas”, dijo el Director Ejecutivo del Puerto de Los Ángeles, Gene Seroka. “Estoy agradecido a los numerosos nodos de la cadena de suministro, desde las navieras, las terminales marítimas, los camiones y los propietarios de la carga, por su mayor esfuerzo de colaboración. Seguiremos vigilando de cerca los datos a medida que nos acercamos al 22 de noviembre.”
“Nos sentimos alentados por el progreso que han hecho nuestros socios de la cadena de suministro para ayudar a nuestras terminales a deshacerse de los contenedores de importación que llevan mucho tiempo. Claramente, todos están trabajando juntos para acelerar el movimiento de la carga y reducir el retraso de los barcos en la costa lo más rápido posible”, dijo el Director Ejecutivo del Puerto de Long Beach, Mario Cordero. “El aplazamiento de la consideración de la tasa proporciona más tiempo mientras se mantiene el enfoque en los resultados que necesitamos”, añadió.
A un contenedor de importación cargado que permaneciera en los patios de la terminal desde el 1 de noviembre y saliera después de las 3 de la madrugada del 15 de noviembre se le habrían facturado US$2.800 por concepto de penalizaciones, cifra que según anunciaron las líneas navieras se derivarían a los expedidores directamente en forma de recargos.
“Nuestro objetivo con este programa no es generar ingresos”, dijo el presidente de la Comisión Portuaria de Los Ángeles, Jaime Lee, al anunciar la nueva política el 29 de octubre. “En su lugar, necesitamos que nuestros socios de la cadena de suministro realicen cambios operativos que reduzcan los tiempos de permanencia, despejen nuestras terminales y dejen espacio para los buques que esperan ingresar a nuestro puerto”.
Cola de buques continúa
La cifra de buques anclados o a la deriva en la bahía de San Pedro a la espera de un sitio de atraque en LA-LB superó los 80 por primera vez el 9 de noviembre y estableció un nuevo récord de 87 buques el 15 de noviembre, según cFlow de Platts. Un aumento anterior del tráfico en los puertos se elevó a más de 40 buques en febrero, antes de disminuir en el verano boreal, mientras que previo a la pandemia rara vez se producían acumulaciones de buques.
El 3 de noviembre, cuando la cola de buques ascendía a 73, el director ejecutivo del puerto de Los Ángeles, Gene Seroka, dijo que 50 de esos buques eran nuevos en la ruta Transpacífico en el segmento inferior a 10.000 TEUs y que no tenían reservas anticipadas para atracar en las terminales. Estos buques, algunos de los cuales fueron fletados por grandes importadores como Home Depot y Walmart, estaban esperando semanas o meses en algunos casos para que se abriera espacio en las terminales.
Otros nuevos participantes en la ruta operaban anteriormente con servicios feeder o de cabotaje dentro de Asia y se vieron atraídos por este mercado dado que las tarifas que se dispararon a más de US$15.000/FEU para los envíos del norte de Asia a la costa oeste de EE.UU. en agosto-septiembre, aunque estas tarifas premium se han reducido desde entonces a alrededor de US$10.000- US$12.000/FEU en el mercado spot.
Volúmenes disminuyen
Además, existen indicios de que los volúmenes de importación de EE.UU. estaban disminuyendo, al menos temporalmente, ya que la mayoría de los cargamentos anteriores a las vacaciones se han embarcado y muchas fábricas chinas estaban operando a un 60-70% de su capacidad debido a la escasez de energía y de mano de obra, lo que podría quitar algo de presión a la capacidad de LA_LB. El Puerto de Los Ángeles prevé que los volúmenes de importación en la semana del 21 al 27 de noviembre caigan un 41,1%, hasta 104.394 TEUs, frente a los 177.300 TEUs de la semana del 14 al 20 de noviembre.
La tarifa Platts Container Rate 13 -una evaluación de las tarifas base de Freight All Kinds desde el norte de Asia a la costa oeste de Norteamérica- bajó US$150/FEU hasta los US$8.350/FEU el 12 de noviembre, la tarifa más baja desde el 31 de agosto, ya que los volúmenes de exportación desde Asia se ralentizaron y hubo más capacidad de transporte desde China en el mercado spot.