Bloqueos en la cadena de suministro hacen resurgir el temor a las compras de pánico y a la inflación

En EE.UU. ya se observan estanterías vacías en los supermercados y el incremento de algunos precios

Al pasear por un supermercado de EE.UU. o Europa se pueden observar nuevamente algunas estanterías vacías. Esto no se debe a que la gente entre en pánico comprando papel higiénico, como ocurrió al principio de la pandemia, sino a que las cadenas de suministro están atascadas en casi todas las etapas entre las fábricas asiáticas y en los centros de almacenamiento de los supermercados.

Pero el aumento de los precios y la irregularidad de la disponibilidad significan que es sólo cuestión de tiempo antes de que los compradores vuelvan a comprar a granel, esta vez para evitar futuros sobresaltos.

Las líneas de suministro se han vistos afectadas por las restricciones impuestas por Covid, como en el caso de Vietnam, donde se fabrican desde zapatillas hasta café. El aumento de los casos de virus y la demanda de los consumidores están congestionando los puertos. Los contenedores de transporte se encuentran en los lugares equivocados. Los costos del transporte marítimo se han multiplicado por diez.  Y si los bienes llegan a los puertos de destino, hay muy pocos camioneros para transportarlos hasta los puntos retail. La escasez de trabajadores para cosechar y preparar los alimentos también se suma a las presiones.

Algunos sectores lo están soportando peor que otros. Las bebidas, por ejemplo, se han visto afectadas por la escasez de envases, incluidas las latas de aluminio. En Gran Bretaña, la falta de C02 en medio de una espiral de costos energéticos también ha puesto en peligro el suministro de refrescos carbonatados.

En algunas zonas, los problemas se han agravado por la elevada demanda. El café y el té son productos de moda, ya que muchos estadounidenses siguen trabajando a distancia y no necesitan ir a los Starbucks. También destacan el incremento de la demanda por bocadillos preenvasados de Kraft Heinz, el alimento para mascotas que ha obligado al fabricante de Purina, de Nestlé SA, a aumentar su capacidad.

El retail ha rediseñado sus cadenas de suministro. Algunos, como Walmart Inc. y Target Corp. han fletado sus propios buques. En medio de la escasez de conductores, algunos supermercados británicos están utilizando sus propios camiones para las entregas que antes habrían realizado los proveedores.

El fantasma de la inflación

Pero serán necesarios más ajustes. Es posible que las tiendas tengan que recortar las variedades de productos para reducir la complejidad, lo que significa menos opciones de productos para los consumidores. Las tiendas se preparan para lo peor lo peor. Con un sistema tan frágil como el actual, ¿qué pasaría si se produjeran nuevos picos de precios, demanda y compras de pánico?

En EE.UU., las ofertas especiales ya se están conteniendo y algunos precios de uso cotidiano están empezando a subir, según el proveedor de datos IRI. Las bebidas energéticas, los huevos, la carne y los refrescos son cada vez más caros, según muestra el Rastreador de Inflación de Bienes de Consumo Envasados de IRI.

Cuando los precios suben, los consumidores tienden a ser proactivos y a cambiar sus hábitos. Los compradores cambian primero los productos más caros por otros más baratos. Esto significa abandonar las grandes marcas por otras más competitivas. Sustituir la carne en las comidas por pasta, arroz o patatas más asequibles se convierte en una forma habitual de ahorrar dinero.

Luego viene la compra a granel y el crowdsourcing (externalización de tareas). Con la previsión de que los costos de los alimentos sigan subiendo, los consumidores pueden optar por cargar con productos como la comida para mascotas mientras puedan. No sería sorprendente ver a la gente reunirse con amigos para comprar paquetes gigantes de papel higiénico o carne picada. Dividir las compras a granel les permite hacer un mejor negocio sin tener que gastar tanto dinero en la despensa.

Las redes sociales como Facebook están repletas de grupos de ahorro y de influencers de TikTok que ofrecen consejos sobre el presupuesto, por lo que es probable que los consumidores sean más creativos que recortando cupones.

Aunque un poco de inflación suele ser bueno para los supermercados, ya que eleva el valor global de las ventas, el peligro viene cuando supera niveles manejables y los consumidores cambian a artículos más baratos.

Más pernicioso aún es cuando la gente acude en masa a los “hard discounters”, como Aldi y Lidl, que ya han conquistado Europa y ahora se están expandiendo por EE.UU. Muchos clientes se alejaron de estos supermercados más pequeños durante Covid, cuando volvieron a hacer la compra semanal en una local de grandes dimensiones.

Hasta ahora, los supermercados no han tenido una mala pandemia. Eso puede estar a punto de cambiar.

Fuente: https://www.mundomaritimo.cl/noticias/bloqueos-en-la-cadena-de-suministro-hacen-resurgir-el-temor-a-las-compras-de-panico-y-a-la-inflacion