No se espera que la flota mundial de equipos siga el ritmo de la creciente demanda de carga refrigerada
Las tarifas de fletes de los contenedores refrigerados han aumentado mucho en 2021, pero a diferencia de las tarifas de los contenedores convencionales o dry, se prevé que aumenten aún más en 2022, impulsados por la recuperación de las rutas Norte-Sur, según el informe recientemente publicado por Drewry Reefer Shipping Annual Review and Forecast 2021/22.
El Índice Global de Tarifas de Contenedores Reefer de Drewry, una media ponderada de las tarifas de las 15 principales rutas comerciales de alta mar con uso intensivo de contenedores refrigerados, aumentó un 32% durante el año hasta el 2T21 y se espera que a fines del 3T21 estas ganancias lleguen hasta el 50%. Sin embargo, estos avances se ven eclipsados por el reciente aumento de las tarifas de fletes de los contenedores dry, que han hecho que los ingresos medios por contenedor de las líneas navieras se hayan duplicado con creces en el mismo periodo.
El reimpulso de las tarifas de fletes de los contenedores refrigerados no ha sido uniforme en todas las rutas. La recuperación de los precios ha sido particularmente fuerte en las principales rutas Este-Oeste, donde las condiciones de capacidad de los buques han sido notablemente ajustadas. Sin embargo, las rutas Norte-Sur han experimentado en general una menor inflación tarifaria, especialmente en las rutas de exportación desde el WCSA, América Central y el sur de África.
“En contraste con las tarifas de flete de contenedores dry, que se espera que disminuyan en 2022 a medida que las condiciones comerciales se normalicen, se prevé que las tarifas de flete de contenedores refrigerados continúen aumentando a medida que la inflación de los precios se potencia en las rutas Norte-Sur cuando se renuevan las tarifas de los contratos a largo plazo”, dijo el jefe de investigación de transporte marítimo refrigerado de Drewry, Philip Gray. “La mayor parte de la carga refrigerada en estas rutas se mueve con contratos a largo plazo”, añadió
El principal impulsor de la inflación de las tarifas de fletes de contenedores refrigerados ha estado relacionado con la capacidad, ya que los expedidores de productos perecederos a pesar de la amplia provisión de capacidad con conexiones refrigerada han competido con los beneficiarios de carga dry, que pagan más, por los escasos espacios de los portacontenedores. Mientras tanto, las continuas disrupciones de las cadenas de suministro de contenedores han provocado una gran escasez de contenedores refrigerados, que ya se veían afectados por la naturaleza particularmente desequilibrada de las operaciones refrigeradas.
“Creemos que estas condiciones son a corto plazo y se corregirán por sí solas cuando el comercio se normalice a partir de mediados de 2022”, dijo Gray. “Sin embargo, esperamos que la disponibilidad de contenedores refrigerados siga siendo un problema para ciertas rutas durante sus temporadas altas, ya que no se espera que la flota mundial de contendores siga el ritmo de la creciente demanda de carga, a pesar de la producción récord de nuevos equipos”, añadió
Estas condiciones han proporcionado un respiro a corto plazo a los buques frigoríficos especializados, ya que algunos BCOs han vuelto a la modalidad en busca de alivio de las congestionadas cadenas de suministro de contenedores. Pero a pesar de estos desarrollos, Drewry estima que la cuota de estos buques en el comercio de productos perecederos cayó al 12% en 2020 y se espera que disminuya aún más en una sola cifra en los próximos años.
Por lo tanto, a pesar de una disminución del 0,4% en el comercio marítimo mundial de perecederos en 2020 a 132 millones de toneladas, los embarques de contenedores refrigerados aumentaron un 0,3% a 5,4 millones de TEUs. El incremento de la cuota modal y la alta demanda de carga harán que el transporte de contenedores refrigerados crezca a un ritmo más rápido que el transporte de contenedores dry a partir de 2022.
La contracción del comercio marítimo de productos perecederos en 2020 fue mucho más leve que la de la carga dry, lo que demuestra la mayor resiliencia del transporte de contenedores refrigerados a las perturbaciones económicas. El comercio se vio especialmente afectado por el cierre del sector hotelero, que redujo la demanda de fruta y verduras frescas y papas congeladas, mientras que las medidas de cierre del Covid-19 redujeron la producción de cultivos y las capturas de pescado. Mientras tanto, un brote de la enfermedad fusarium TR4 en Filipinas debilitó el crecimiento del comercio de plátanos. Pero la demanda de carga se vio respaldada por el auge del comercio de carne de cerdo, debido a las importaciones impulsadas por la peste porcina africana en China.
El transporte marítimo refrigerado se recuperó en el 1H21, con un aumento del 4,8% interanual, liderado por la carne, los cítricos y los productos exóticos, pero no se espera que crezca al mismo ritmo que la carga dry durante el resto del año, ya que no se está recuperando de una contracción tan profunda como lo fue la de 2020.
“Una combinación de alto crecimiento de la carga y condiciones de capacidad ajustada continuarán impulsando las tarifas de flete de contenedores refrigerados y los ingresos de fletamento de buques refrigerados”, concluyó Gray. “Sin embargo, se espera que las tarifas de fletamento de los buques refrigerados más grandes que han tenido una demanda particularmente alta últimamente disminuyan a medida que las condiciones de capacidad se alivien”.