América Latina en la encrucijada: ¿EE. UU. o China, a quién seguir?

Donald Trump está avanzando en su Guerra Comercial tratando de restar la influencia de China en América Latina,  región que Estados Unidos ha considerado durante mucho tiempo una zona de influencia directa. El éxito de este esfuerzo probablemente estará relacionado al nivel de dependencia de cada país de la región a su  poder económico, lo que podría resultar en una división entre los más cercanos a sus fronteras y los que están más al sur, según describe Cristopher Garman, director general de la consultora de riesgo político Eurasia Group. México y Centroamérica y, en menor medida, Colombia -el aliado sudamericano más cercano de Washington – están “casados con EE. UU.”, dice el analista. Sin embargo, probablemente sea más difícil influir en las naciones más grandes de Sudamérica, reporta Bloomberg Línea.

 Cabe destacar  que China ha ido ganando terreno en el comercio de la región, prueba de ello es que en 2023 el valor del comercio total con Brasil fue de US$178,7 millones  vs los US$79,8 millones de Brasil). El panorama es similar en otros países de la región: Chile US$62,8 millones (EE. UU. 32,6 millones); Perú US$40,5 millones (EE. UU. US$21,1 millones); Argentina US$21,2 millones (EE. UU. US$15 millones); Uruguay US$4,7 millones ( EE. UU., US$2,1 millones). En el caso de Colombia EE. UU. alcanzó los US$32,3 millones, mientras que China US$20 millones.  

En el intento de aumentar la influencia en la región, Trump envió al secretario de Defensa, Pete Hegseth, a Panamá como parte de su estrategia por reafirmar el dominio estadounidense sobre el canal. Mientras que el lunes 14 de abril, recibió en la Casa Blanca al Presidente de El Salvador , Nayib Bukele, un aliado cercano;  A su vez, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, visitó Buenos Aires donde reiteró los deseos de EE. UU. de que Argentina ponga fin a su dependencia del financiamiento de China, estrategia que el país aiático ha utilizado sistemáticamente para ganar influencia en América Latina.       

Relación de China con Brasil y Argentina 

El comercio entre Brasil y China ha crecido de forma constante bajo el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su predecesor de derecha, Jair Bolsonaro. Los flujos totalizaron unos US$158.000 millones el año pasado, casi el doble de la cantidad con EE. UU. Y tras los anuncios arancelarios de Trump, China comenzó inmediatamente a aumentar sus compras de soja brasileña.

En tanto, el presidente de Argentina Javier Milei, quien se ha posicionado como líder más favorable a Trump en el continente, también ha adoptado un tono más cordial hacia China desde que asumió el cargo. Milei calificó a China como un “gran socio comercial” y se comprometió a “profundizar la relación comercial” entre ambos países en una entrevista en enero.

MIlei ha buscado fortalecer lazos con EE. UU. y Trump, llegando incluso a proponer lanzar un acuerdo de libre comercio entre ambas naciones. Pero China es actualmente el segundo socio comercial más importante de Argentina, solo superado por su vecino Brasil, y el pragmatismo de Milei probablemente refleje su comprensión de que no puede darle la espalda a Pekín por completo.

Dominio en la región 

China estableció una posición estratégica en América a principios de este siglo, absorbiendo materias primas de Sudamérica rica en recursos, e invirtiendo tanto dinero en la región al grado  de suplantar EE. UU. como principal socio comercial del continente. También extendió su influencia a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, su programa insignia de desarrollo económico, al que se han adherido más de una docena de países latinoamericanos. 

 De ese modo empresas chinas asumieron megaproyectos como el metro en la capital colombiana de Bogotá y el puerto de Chancay, recientemente terminado, en Perú. Pekín también se ganó apoyo al distribuir ayuda y suministros médicos cuando América Latina estaba siendo devastada por el Covid-19. 

En consecuencia, la intensificación de la batalla entre las dos mayores economías del mundo ha dejado a los gobiernos, desde México hasta Argentina, lidiando con la realidad de que sus días de hacer grandes negocios con Pekín sin una seria reacción de Washington están contados, un cambio que amenaza con obligarlos a elegir un bando.

Medidas de EE. UU. 

Desde su regreso al cargo, Trump ha tomado medidas que podrían poner en riesgo la influencia china en la región. EE. UU. anunció aranceles secundarios a los países que compran petróleo de Venezuela, cuyo mayor comprador es China. Y un grupo de inversionistas liderado por BlackRock (BLK) dijo el mes pasado que compraría puertos en ambos extremos del Canal de Panamá controlados por CK Hutchison Holdings, un conglomerado de Hong Kong. Y si bien Pekín ha intentado retrasar la venta de puertos en Panamá, es poco probable que intente intimidar a sus vecinos, dijo Michael Hirson, jefe de análisis de China en 22V Research en Nueva York.

Pero es la estrategia estadounidense resulta arriesgada, considerando que América Latina es una región donde China todavía se inclina por un enfoque más amigable. De hecho, durante las cumbres económicas desarrolladas en Perú (APEC) y Brasil (G20) el año pasado, el Presidente de China Xi Jinping describió a su país como un defensor de la globalización económica.

Fuente: https://www.mundomaritimo.cl/noticias/america-latina-en-la-encrucijada-ee-uu-o-china-a-quien-seguir