Los ríos Paraguay y Paraná, que conforman la hidrovía, bajaron el nivel de sus aguas a mínimos históricos lo que afecta el comercio exterior boliviano por ese sector.
El río Paraguay alcanzó esta semana un mínimo histórico en Asunción, con los niveles de agua reducidos por una severa sequía; que ha dificultado la navegación a lo largo de las vías fluviales del Amazonas.
El río Paraná en Argentina también se encuentra cerca de sus mínimos anuales en la zona del centro cerealero Rosario. Tanto el río Paraguay como el Paraná se unen y desembocan en el mar cerca de Buenos Aires. Son rutas importantes para el comercio de soya, maíz y otros productos.
El gerente de la Cámara de Exportadores, Logística y Promoción de Inversiones de Santa Cruz (Cadex), Martín Salces, confirmó que la temporada de estiaje (nivel mínimo del agua) en la hidrovía Paraguay-Paraná se adelantó y afecta la exportación de soya y girasol.
“En este momento tenemos una temporada adelantada de estiaje, lo que sucedía en el mes de septiembre-octubre, se nos adelantó desde agosto. Seguramente, deben ser efectos del cambio climático que tenemos en toda la región; y estamos con algunas dificultades para el tema de exportaciones”, dijo en un medio local.
Hidrovía
Salces pidió a las autoridades hacer un esfuerzo para mantener las vías navegables con batimetrías y el dragado respectivo.
Al respecto, el presidente de la Cámara de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob), Jorge Amantegui, dijo que el bajo nivel de agua hace innavegable la vía; lo que obliga a los exportadores a buscar otras opciones y eso encarece la logística.
“Es una salida de exportación que no estamos usando. Eso nos obliga a buscar otras alternativas como los puertos por el Pacífico; pero esto encarece la logística y afecta a nuestras empresas asociadas que tienen puertos en la zona de la hidrovía, no pueden sacar sus productos por ahí”, señaló.
El subdirector de la Dirección de Meteorología e Hidrología de Paraguay, Jorge Sánchez, dijo que las perspectivas sobre los niveles de los ríos en los próximos meses no son alentadoras.
Se esperan menos lluvias de lo normal en la segunda mitad del año debido al fenómeno meteorológico de La Niña.