Además, señales positivas desde la macroeconomía marcan declive en las expectativas de recesión y de la inflación
Un dato interesante en cuanto al comportamiento de las tarifas spot, lo marca la ruta Asia-Costa oeste de EE.UU. (determinante para el transporte marítimo global), dado que se han mantenido estables durante aproximadamente seis semanas consecutivas, cayendo por debajo de los niveles de 2019 en las últimas dos semanas con la ausencia- como se ha comentado- del típico aumento de la demanda antes del Año Nuevo chino (22 de enero). Según datos de Freightos Baltic index (FBX) La semana pasada la tarifa registró una baja semanal de 3% a US$1.361/FEU. Esta tarifa es 91% más baja que el mismo periodo de 2022.
Los precios a la costa este de EE.UU. (otra de las rutas que marcan la pauta) también se han mantenido prácticamente sin cambios durante aproximadamente un mes y son un 83% más bajos que hace un año, cayendo la semana pasada un 2% a US$2,812/FEU, respecto a la semana anterior.
Por otra parte, las tarifas subieron la semana pasada en la ruta Asia-norte de Europa, aunque también son casi un 80% más bajos que hace un año. La semana pasada crecieron un 10% a US$2,978/FEU, respecto a la semana anterior y son 79% más bajas que igual periodo de 2022
Las cancelaciones de itinerarios en aumento (blank sailings) y un aumento en la demanda Asia – Mediterráneo pueden ayudar a explicar las tarifas más resistentes en esta ruta. Así se han mantenido alrededor del nivel de US$4,000 / FEU desde principios de diciembre, más del doble de la norma previa a la pandemia, aunque las tarifas diarias para esta semana indican que estas tarifas también pueden comenzar a disminuir aquí.
De acuerdo con el FBX, la caída de la demanda y la disminución de la congestión están dando como resultado no solo un cambio de capacidad (tomada de rutas comerciales regionales y más pequeñas a medida que la demanda aumentó fuera de Asia) de vuelta a las rutas intrarregionales, sino que también una reducción de los tiempos de tránsito.
Así, por ejemplo, los datos de tiempo de tránsito del mercado de Freightos.com entre China y EE.UU. indican que la duración promedio de los envíos disminuyó un 5% en diciembre en comparación con noviembre y un 35% con respecto al año anterior, aunque cierta congestión persistente en la costa este y el golfo mantiene los tiempos de tránsito un 20% más altos que en 2019.
Carga aérea
Las tarifas de Freightos Air Index desde China a Norteamérica y Europa se han mantenido mayormente estables en las últimas semanas. Pero a US$5,91/kg y US$4,92/ kg respectivamente, las tarifas son más de un 30% más bajos que hace un año cuando la demanda estaba aumentando, incluidas algunas conversiones de océano a aire a medida que aumentaban los retrasos en el océano. Sin embargo, a pesar de estas caídas de precios, los costos de combustible y mano de obra mantienen las tarifas de carga aérea más del doble de los niveles de 2019.
Expectativas macroeconómicas
Se ha comentado con anterioridad que la tendencia a la baja de las tarifas del transporte marítimo es una respuesta a la baja demanda, síntoma, a su vez, de una serie de procesos macroeconómicos que reflejan el impacto de una posible recesión. Sin embargo, este último aspecto no está definido aún.
En este campo se pueden tener dos perspectivas: una desde las sensaciones de los actores y otra desde la mirada de los economistas. De acuerdo con una encuesta de Goldman Sachs, un 57% de sus clientes esperan una recesión en los EE.UU. En tanto, lo economistas especializados no esperan una recesión en los EE.UU. e indican que solo hay un 35% de posibilidades de que esta economía caiga en recesión. ¿Quién tendrá la razón?
Señales a favor de la industria marítima son las que indican que inflación alta y persistente de 2022 podría estar disminuyendo, según el informe anual Ideas de inversión de Goldman Sachs Asset Management. No obstante, eso no significa que la inflación caerá uniformemente en todos los ámbitos. Por ejemplo, un riesgo apremiante es que los mercados laborales ajustados no logren aliviar la presión sobre los salarios y los precios de los servicios. Además, es posible que se produzcan nuevos shocks de oferta, en particular para las materias primas.