Especialistas de UNCTAD analizan la concentración de servicios y competitividad del mercado
La consolidación de los armadores lleva cerca de una década con la creación de alianzas operacionales establecidas entre competidores para generar economías de escala y optimizar una cadena logística marítima que llegó a la conclusión de que trabajando juntos llegarían más lejos. Sin embargo, y especialmente durante la pandemia y las altas tarifas de fletes, la amalgamada industria ha suscitado preocupación entre los expedidores y dueños de la carga, quienes sintieron fuerte el golpe de la falta de capacidad. En un escenario de máxima ocupación de la flota mundial, los dueños de la carga se sintieron atados de manos frente a una oferta consolidada que actuaba en sincronía al son de su propio ritmo. Pero ahora que los volúmenes de carga han bajado de manera sostenida desde septiembre, las tarifas de flete han descendido en paralelo a un creciente número de contenedores desocupados y espacios vacíos que son cada vez más difíciles de llenar. Y la pregunta de todos es ¿cómo se irán a comportar las navieras frente a un nuevo ciclo de sobreoferta?
Lo cierto es que el mercado no está regulado respecto de la consolidación, pero la agrupación de compañías para ofrecer sus servicios se conformó precisamente a partir de la crisis de la sobreoferta –las tres grandes alianzas del mercado controlan el 84% de la capacidad. Autoridades de libre competencia en un puñado de países han impuesto sanciones a armadores operando en sus mercados por coludir tarifas o compartir información sensible e incluso para evitar la dominación del mercado por parte de potentes operadores. “Estamos preocupados. Existe una inquietud de quien controla a los armadores”, comenta Jan Hoffmann, jefe de unidad de comercio y logística UNCTAD, durante el webinar organizado junto a MundoMaritimo para analizar las conclusiones del Informe de Transporte Marítimo 2022. “La integración de servicios genera un problema de precios”, agrega el especialista, quien señala el complejo escenario que se produce cuando la misma compañía opera la nave y el terminal.
Horizontal vs vertical
Las navieras se han consolidado en dos ejes: horizontal, a través de fusiones y adquisiciones; y la integración vertical por medio de inversiones en operaciones de terminales, servicios logísticos y carga aérea y ferroviaria. Estas consolidaciones han llevado a grandes acuerdos de cooperación y alianzas… pero, ¿qué pasa con las tarifas y los servicios? “La demanda de carga es quien manda”, agrega Luisa Rodríguez, oficial de asuntos económicos de la unidad de comercio y logística UNCTAD, también panelista del webinar. “El despliegue o cancelación de un servicio en una determinada ruta o puerto obedece al volumen de carga demandado. Si no hay demanda, no hay servicio”, dice la especialista frente a las inquietudes de los usuarios que se sienten impotentes al ver cancelaciones de servicios. A pesar de la consolidación de las operaciones de las navieras, ellas no controlan la demanda, pero sí jugaron un rol clave en el alza de tarifas. Entonces, ¿cómo pueden los armadores ajustarse mejor al mercado?
Mirada estratégica
En su versión 2022, el Review of Maritime Transport incluye una mirada estratégica que se refiere precisamente a la consolidación de servicios navieros y plantea sugerencias para mejorar la percepción y relación con los usuarios, ya que efectivamente la consolidación ha traído la contracción de la cantidad de armadores que operan en un mercado, acercándose peligrosamente a levantar las banderas rojas de prácticas antitrust. Por eso, las sugerencias para promover mayor competitividad de mercado frente a alianzas y operaciones consolidadas apuntan a aumentar la transparencia, dar visibilidad a indicadores clave, mantener la competitividad de los puertos, fortalecer el poder de las autoridades portuarias –especialmente en economías pequeñas y en desarrollo-, regular el alcance de operación de consorcios y alianzas dentro de los mercados, y propiciar las oportunidades de cooperación internacional.