China mantiene el pulso: su comercio exterior crece 3,6% en 2025 pese a un octubre débil

El gigante asiático consolida su recuperación comercial tras meses de volatilidad, aunque la caída puntual en las exportaciones deja señales de cautela para la economía global.

China volvió a dar una señal de resiliencia en su comercio exterior. Según datos oficiales divulgados por la Administración General de Aduanas, el intercambio total de bienes alcanzó 37,31 billones de yuanes (unos 5,15 billones de dólares) durante los primeros diez meses de 2025, lo que representa un aumento interanual del 3,6%.

El avance, aunque moderado, confirma que el gigante asiático continúa estabilizando su actividad exportadora y de importación tras un periodo de tensiones comerciales y cambios estructurales en la demanda mundial. Sin embargo, el panorama no es del todo optimista: las cifras de octubre mostraron una contracción mensual inesperada, lo que refleja una desaceleración temporal en el impulso exportador.

El motor exportador se enfría, pero sigue encendido

El retroceso puntual de las exportaciones chinas en octubre fue atribuido a tres factores:

  1. Menor demanda en mercados desarrollados, particularmente en Estados Unidos y Europa.
  2. Efecto de la recomposición de inventarios tras meses de sobreoferta industrial.
  3. Persistencia de tensiones comerciales que derivaron en nuevos aranceles y controles tecnológicos.

A pesar de ello, las cifras acumuladas confirman que China ha logrado mantener el crecimiento gracias a su capacidad de diversificar mercados. En particular, las exportaciones hacia Asia, Medio Oriente y América Latina mostraron un comportamiento positivo, compensando parcialmente la baja en los envíos a Occidente.

Para economías emergentes, esta tendencia significa que Pekín sigue siendo un socio comercial estable y un proveedor clave de manufacturas, maquinaria y productos tecnológicos, incluso en contextos de incertidumbre global.

Importaciones más sólidas: señales de demanda interna

Otro dato relevante es que las importaciones también crecieron, impulsadas por un consumo interno más firme y la necesidad de insumos energéticos e industriales. Este repunte es una buena noticia para exportadores de materias primas y alimentos, incluyendo a varios países latinoamericanos —entre ellos Chile, Perú y Brasil, que mantienen posiciones destacadas en el suministro de cobre, litio, soja y vinos al mercado chino.

El crecimiento sostenido de las compras externas de China podría traducirse, a corto plazo, en mayor demanda portuaria y marítima hacia el Asia-Pacífico, presionando positivamente las tarifas de transporte y generando oportunidades logísticas para las navieras que operan entre América del Sur y Asia.

Un escenario mixto para el comercio global

En conjunto, las cifras dejan un mensaje dual: el comercio exterior chino sigue expandiéndose en el largo plazo, pero enfrenta nubarrones en el corto plazo. La volatilidad en los flujos comerciales, el debilitamiento de la demanda global y los cambios regulatorios en EE. UU. y la Unión Europea podrían condicionar el ritmo de crecimiento en los próximos meses.

No obstante, China continúa siendo el principal estabilizador del comercio internacional, y su capacidad para sostener el flujo de importaciones y exportaciones sigue siendo decisiva para las rutas marítimas y aéreas del planeta.

Estabilidad con matices

El avance del 3,6 % en los primeros diez meses del año no sólo confirma la solidez del aparato exportador chino, sino también su capacidad de adaptación a un entorno más complejo.
Para América Latina, y especialmente para Chile, el dato sugiere que las oportunidades comerciales con el mercado asiático se mantienen, aunque será clave diversificar productos y monitorear las señales de enfriamiento de la demanda global.

Fuente: https://mascontainer.com/china-mantiene-el-pulso-su-comercio-exterior-crece-36-en-2025-pese-a-un-octubre-debil/