Cifras recientes divulgadas por el Dane reflejan que la economía se está desacelerando. Sector privado urge ejecución de plan de choque.
- En julio la industria se desaceleró, según reporte del Dane. FOTO Camilo Suárez
Las cifras del intercambio comercial internacional del mes julio, así como los más recientes datos de la actividad productiva y la medición de la confianza de los consumidores vuelven a encender las alertas sobre el flojo desempeño de la economía colombiana y atiza los temores de un mal remate para 2023.
Según el Dane, en el séptimo mes del año las importaciones sumaron US$4.945,2 millones y observaron una disminución de 28,2% con relación a julio de 2022 cuando contabilizaron US$6.890,9.
Este comportamiento obedeció principalmente a la disminución de 26,8% en el grupo de manufacturas, del que hacen parte maquinaria, vehículos y productos químicos.
Sobre estos números el presidente del gremio del comercio exterior, Analdex, Javier Díaz, comentó: “Al Gobierno le puede parecer magnífico, pero lo que se está mostrando es la desaceleración de la economía”, en referencia a que en diferentes escenarios el presidente Gustavo Petro ha insistido en que el país debe hacer menos compras afuera y que haya mayor preferencia por los productos locales.
Para los investigadores económicos de Bancolombia la tendencia a la baja de las importaciones también estaría siendo consecuencia de la fuerte desaceleración de la economía colombiana, así como de un efecto estadístico de alta base de comparación frente al 2022, cuando las importaciones alcanzaron niveles históricamente elevados.
“Esta trayectoria de moderación en las importaciones continuaría hasta inicios del 2024 como reflejo del bajo crecimiento económico”, anticiparon los analistas de la entidad financiera.
Por su parte, vale recordar que los datos de exportaciones de julio mostraron una disminución de 30,8%, como consecuencia de la caída de 43,3% en las ventas del grupo de combustibles y minería.
Más señales
El Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE), presentado el lunes por el Dane, retrocedió 0,69% en julio con respecto a junio, pues las mediciones en los diferentes sectores de la economía evidenciaron decrecimientos.
En ese contexto, desde la presidencia de la Cámara de Comercio Colombo Americana, María Claudia Lacouture, explicó que la desaceleración está originada, entre otras variables, por las altas tasas de interés, precios elevados por los bloqueos viales de comunidades o calamidades climáticas que se traducen en inflación, y que limitan los gastos de los hogares, tanto del productos básicos como de bienes durables.
La exministra de comercio abogó por la implementación de un plan de choque, que debe incluir la reactivación de proyectos que impulsen el mercado laboral formal, acompañado de inversiones en infraestructura y vivienda, para que representen ingresos para los hogares y evitar una mayor caída económica.
“Es necesario que el Gobierno envíe un mensaje de confianza con un gasto público responsable y ajustado a la realidad económica”, enfatizó Lacouture.
Otro síntoma desfavorable para la economía fue la medición del Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de Fedesarrollo, que en agosto apreció una disminución de 1,4 puntos porcentuales frente al mes de julio de 2023, alcanzando un balance de -18,8%.
Según las observaciones de ese centro de pensamiento la disposición a comprar vivienda y bienes muebles y electrodomésticos disminuyó en agosto con respecto a julio, mientras que la disposición a comprar vehículo aumentó.