Cambios geopolíticos, consolidación, digitalización, automatización y descarbonización figuran en el panorama
El shock provocado por el COVID-19, más una mezcla compleja de cambios geopolíticos, estrategias comerciales, digitalización, descarbonización y desarrollo profesional, hacen que analizar las perspectivas de los puertos es en muchos aspectos una tarea desafiante. Así lo plantea Patrick Verhoeven, Director Ejecutivo, de la Asociación Internacional de Puertos y Bahías (IAPH), quien explica que para ayudar a los puertos a prepararse para ese futuro, la mencionada entidad estableció en 2018 el Programa Mundial de Sostenibilidad de Puertos, una plataforma para el liderazgo y la colaboración en áreas tan diversas como infraestructura resiliente, transición energética, seguridad y protección, alcance comunitario y gobernanza.
Considerando la anterior como derrotero, Verhoeven, en un columna publicada por el Instituto Italiano de Estudios de Políticas Internacionales da una mirada a diversos procesos que serán determinantes en la proyección de la industria portuaria.
Uno de ellos son los cambios geopolíticos y el auge de Asia, el subcontinente indio y África. Según explica el continuo crecimiento exponencial del comercio intraasiático, especialmente con el subcontinente indio, así como la expansión de los intereses chinos en todos los continentes, transformarán el mapa geopolítico en la segunda mitad de este siglo y redibujará las principales rutas comerciales marítimas. China ya ha dejado su huella con inversiones en infraestructura en sus puertos y conexiones interiores y acuerdos comerciales.
La racionalización y consolidación es otro factor que incide. Casi todos los segmentos de la cadena de suministro global buscan racionalizar sus operaciones a través de fusiones o alianzas estratégicas. Líneas navieras, operadores de terminales y expedidores están sumidos en el proceso. Verhoeven plantea que una mayor consolidación de las autoridades portuarias será inevitable en los próximos años y décadas, dada la evolución del mercado hacia la obtención de economías de escala y alcance y las presiones ambientales y sociales. Cita algunos ejemplos como la fusión de los puertos belgas de Amberes y Zeebrugge a principios de este año, con otras uniones recientes destacables son, Gante y Zelanda en Bélgica y los Países Bajos; Hamina y Kotka en Finlandia, y las empresas portuarias estatales de Ningbo y Zhoushan en China o la cooperación de gran alcance entre los puertos de Seattle y Tacoma en EE.UU.
Sigue la digitalización y automatización que incluye tecnologías e innovaciones ahora disruptivas, pero que en cincuenta años habrán sido ampliamente adoptadas y transformarán la forma en que los puertos y sus operadores titulares manejan la movilización de carga y pasajeros. Es la digitalización lo que probablemente impulsará las mejoras de eficiencia en la planificación del arribo de buques, los calendarios de recaladas y la productividad de carga/descarga.
La automatización surgirá, con menos rapidez, con la construcción de operaciones totalmente nuevas altamente sofisticadas, como las instalaciones de APM Terminals en Maasvlakte en Róterdam. Es posible que la automatización y el manejo de datos en tiempo real entre los actores del puerto converjan con la aplicación de inteligencia artificial y pronósticos predictivos utilizando grandes datos recopilados de dispositivos en todo el puerto, a través de la internet de las cosas. Pero “la velocidad del desarrollo dependerá de la disposición de los actores portuarios y logísticos para compartir datos confidenciales y la disposición de las autoridades portuarias y sus órganos de gobierno para fomentar o incluso imponer esta apertura”, apunta Verhoeven.
Por otra parte, el objetivo de 2050 de la OMI para la reducción de gases de efecto invernadero anuncia el comienzo de un enfoque estructurado para limitar las emisiones nocivas. Así La descarbonización asegurará un cambio en el transporte marítimo como el sexto más grande del mundo emisor, si es que fuera un país.
En este plano el uso de GNL como alternativa al fueloil pesado ha experimentado avances genuinos, con los primeros buques mercantes que operan con GNL, entre ellos, portacontenedores de gran tamaño y gaseros con motores de combustible dual. Para Verhoeven, la rapidez con la que se lleve a cabo esa transformación dependerá de la voluntad de los armadores y de la preparación de las grandes empresas energéticas. También dependerá de las líneas navieras frenen la lucha por el mayor tamaño en busca de economías de escala y donde el 80% de la energía consumida corre por cuenta del 20% de los buques de carga más grandes.
También la economía circular, irá tomando realce con el trabajo conjunto de las autoridades portuarias con grupos industriales, a fin de generar su propia energía y dar un nuevo propósito económico a los productos de desecho.
El Desarrollo profesional portuario y atracción de nuevo talento joven, también son importantes al determinar en última instancia el éxito en la transformación de la industria. La calidad del desarrollo acelerado de habilidades tendrá que apuntar a cambios demográficos de edad y género. Actualmente, el 89% y el 91% de los puestos de dirección y nivel C están ocupados por hombres. Además, se puede observar un sesgo hacia la antigüedad frente a la promoción basada en el desempeño y la rotación de puestos.
Fuente: https://www.mundomaritimo.cl/noticias/una-mirada-al-futuro-de-la-industria-portuaria