Se ha detectado un descenso generalizado en las velocidades de navegación desde 2019.
El mercado de transporte granelero enfrenta un proceso de fragmentación a medida que se endurecen las normativas medioambientales y aumenta la inversión en tecnologías de descarbonización. Según un análisis reciente de Drewry, las políticas globales y regionales de reducción de emisiones están alterando las tendencias de oferta en el sector, impactando directamente en la utilización y velocidad de los buques. Además, fomentan la preferencia por buques más nuevos en la región europea, impulsando la descarbonización del sector, pero también las facturas de fletes.
Cambios en la oferta
Los datos de Drewry muestran que las normativas medioambientales, según pudo constatar MundoMaritimo, han provocado diferencias significativas en el desempeño de los buques según su antigüedad. Mientras que los más nuevos han mantenido consistentemente una mayor utilización, la implementación de regulaciones como el Índice de Eficiencia Energética para Buques Existentes (EEXI) y el Indicador de Intensidad de Carbono (CII) trajo consigo un cambio en las velocidades de navegación, con un descenso generalizado desde 2019. Este fenómeno se intensificó a partir de 2023, cuando la reducción de la velocidad de los buques se consolidó como una medida económica para cumplir con las normativas.
Un aspecto destacado es el desempeño de los Capesize, que experimentaron un leve aumento en su velocidad media en 2024 debido a las condiciones favorables del mercado de fletes. No obstante, las velocidades aún se mantienen por debajo del promedio registrado entre 2019 y 2022. Además, la preferencia por naves con menos años de servicio se ha visto reflejada en las primas más altas que se pagan por buques de segunda mano más nuevos que estén equipados con motores ecológicos, en comparación con sus contrapartes más antiguas.
Regulaciones medioambientales impulsan la fragmentación del mercado
Las normativas de la Organización Marítima Internacional (OMI) desempeñan un papel clave en la transformación de la oferta de buques. Entre las medidas adoptadas por los armadores y fletadores para cumplir con estos requisitos se encuentran:
- Reducción de la velocidad de los buques.
- Implementación de tecnologías de ahorro energético.
- Uso de combustibles con bajo o nulo contenido en carbono.
- Tecnologías de captura de carbono a bordo.
Estas estrategias están impulsando a las líneas navieras a considerar la renovación de sus flotas, enfocándose en buques más eficientes que consumen menos combustible y generan menores emisiones, lo que marca una tendencia hacia la descarbonización del sector.